En el Centro Nacional de Investigación y Atención de Quemados del Instituto Nacional de Rehabilitación Luis Guillermo Ibarra Ibarra (Ceniaq INRLGII), el doctor en ciencias biomédicas Roberto Sánchez Sánchez trabaja en el desarrollo de un material terapéutico para lesiones por quemaduras.
Este material innovador emplea piel de cerdo radioesterilizada, células troncales mesenquimales del tejido adiposo —también conocidas como células madre— y nanopartículas de plata. Este tratamiento evitaría la pérdida de líquidos, prevendría infecciones y ayudaría a la reparación de la piel afectada por quemaduras.
Las complicaciones severas por una quemadura se presentan a partir de 20 por ciento de superficie corporal afectada en adultos y de 10 por ciento en niños. Los injertos de piel autólogos son el tratamiento estándar para lesiones cutáneas cortas, y estos se obtienen a través de la recolecta de una pequeña cantidad de piel del propio paciente, luego se expande en mallas y se coloca en la herida. Sin embargo, cuando la quemadura afecta más de 50 por ciento de la superficie total del cuerpo, esta técnica resulta ineficaz.
De acuerdo con el doctor Roberto Sánchez, en México no existen terapias celulares para el tratamiento de pacientes con quemaduras grandes y extensas, a excepción de Epifast, sustituto desarrollado por el IPN a base de queratinocitos.
El especialista, adscrito a la Unidad de Ingeniería de Tejidos, Terapia Celular y Medicina Regenerativa (Uittcymr) del Ceniaq, apuntó que desde la década de los setenta, investigadores de diversas partes del mundo comenzaron a realizar estudios experimentales con células de la piel para generar tratamientos mediante terapia celular, y a partir de los noventa se hizo lo propio con células troncales mesenquimales, las cuales pueden dar origen al tejido adiposo, hueso, músculo y cartílago. También contribuyen en la formación de la dermis.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, Roberto Sánchez explicó que el uso de células troncales mesenquimales para el desarrollo de un material terapéutico para lesiones por quemaduras ayudará a cicatrizar heridas, gracias a su capacidad de diferenciación, inmunorregulación y liberación de factores de crecimiento.
Las células troncales mensenquimales, dice el doctor Roberto Sánchez, secretan la proteína interleucina 10, cuya función inmunorreguladora contribuye en la reparación de la piel con heridas.
En el proyecto también participan investigadores del banco de tejidos radioesterilizados del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), quienes proporcionan la piel porcina radioesterilizada a través de radiación gamma, para evitar la transmisión de infecciones.
La piel del cerdo funcionaría como un material celular para transportar células troncales mesenquimales a los lechos de la herida y como un andamio similar a la matriz extracelular para la regeneración de la piel ante quemaduras.
Por otro lado, los doctores e investigadores Fidel Martínez Gutiérrez y Gabriel Martínez Castañón, de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), contribuyen en el desarrollo de nanopartículas de plata y su caracterización antibacteriana.
En palabras del doctor Roberto Sánchez, la cicatrización de heridas a menudo presenta infecciones por bacterias, y las nanopartículas de plata resultan eficaces contra bacterias resistentes a antibióticos.
La idea del proyecto es impregnar la piel de cerdo con nanopartículas de plata, para después cultivar células troncales mesenquimales. Esto daría lugar a un material que se aplicaría sobre la zona afectada por quemadura.
Por ahora, el doctor Roberto Sánchez y colaboradores analizan las concentraciones de las partículas de plata necesarias y su efecto citotóxico en la piel de ratones de laboratorio.
“Aun cuando las nanopartículas de plata son consideradas bactericidas, si no se utilizan en concentraciones moderadas, afectarían otras células. Analizamos las concentraciones en tejidos biológicos como riñón, páncreas, para ver que no exista efecto dañino”.
Ventajas y desventajas
La posibilidad de usar células troncales mesenquimales del propio paciente evitaría problemas derivados del rechazo inmunológico, así como la transmisión de enfermedades. Aunque los riesgos no están exentos, las células pueden proliferar descontroladamente y generar tumores o inducirlos por la secreción de factores.
“No somos los primeros que planteamos el uso de células mesenquimales en la terapia de pacientes con quemaduras, y se ha visto que son seguras. Sí, siempre hay un riesgo, y por eso los pacientes que entran a este tipo de protocolos tienen que firmar una carta de consentimiento informado, en la cual se les explica los beneficios y los riesgos a los que estarían expuestos. Por lo que este tipo de terapias es parte de ensayos de investigación y no deben ofrecerse en clínicas como tratamientos rutinarios”, comparte.
Los resultados de esta investigación se publicaron en la revista especializada Journal of Nanobiotechnology, en enero de este año.
El grupo de investigación del doctor Roberto Sánchez también realiza experimentos con otros elementos biológicos, a fin de potenciar las bondades de este producto y realizar los trámites correspondientes para la solicitud de patente.