De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las cifras de obesidad en el mundo se han triplicado desde el año 1975 y según datos de 2016, más de mil 900 millones de adultos de más de 18 años tenían sobrepeso y alrededor de 13 por ciento presentó obesidad.

 

 

En este sentido, Edgar Emmanuel Vallejo Clemente, profesor investigador del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), junto con un equipo de especialistas multinacionales, fue el encargado de identificar 49 factores genéticos que influyen en la acumulación de grasa en caderas y abdomen.

 

La OMS ha catalogado tal acumulación de grasa como un factor importante de riesgo para el desarrollo de obesidad y de enfermedades consecuentes como la diabetes desde el año 2005.

 

Es así como el doctor Vallejo mencionó, en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, la importancia de este hallazgo en los avances médicos futuros para combatir el sobrepeso y obesidad en la población mundial.

 

Estudio con reconocimiento internacional

 

A través del estudio que lleva por nombre New genetic loci link adipose and insulin biology to body fat distribution y que fue publicado en febrero de 2015 por la revista Nature, se pudo tener registro de los análisis de muestras de 224 mil personas.

 

El aporte del equipo mexicano fue a través del registro e identificación de los factores genéticos que trabajó el Departamento de Ciencias Computacionales del ITESM. El estudio se basa en la técnica de metaanálisis y lo que hace es sintetizar estadísticamente los resultados de muchos estudios.

“Me siento muy afortunado de haber podido participar y tener la oportunidad de aportar un poco de lo que sé para lo que en ese momento fue el estudio de genética de la obesidad más grande realizado”, explicó el doctor Vallejo.

 

Con este estudio se encontraron asociaciones de factores genéticos con un rasgo particular que es la proporción de la cintura y la cadera. Esta relación es conocida como índice cintura-cadera (ICC).

 

La personas cuyas líneas de cintura son más grandes que la circunferencia de cadera tienen más grasa en el vientre alrededor de sus órganos abdominales, lo que las coloca en una posición de mayor riesgo para presentar enfermedades cardiovasculares y diabetes, que aquellas personas cuya grasa extra se deposita en sus caderas y muslos.

 

Los genes en o cerca de los 49 lugares identificados en este estudio se relacionan con el desarrollo de células grasas, la formación de vasos sanguíneos, el crecimiento esquelético, control de la glucosa y la resistencia a la insulina.

 

Si se habla en términos científicos, a estos factores genéticos se les conoce individualmente como loci y a través de este término se involucran las posiciones fijas en un cromosoma donde siempre se encuentra un determinado gen o marcador genético.

 

Está científicamente comprobado que con el estudio del índice de masa corporal por sí solo, no es suficiente para otorgar un diagnóstico claro de cómo tratar el sobrepeso y obesidad, pues la OMS define este indicador como un medio simple de relación entre el peso y la estatura, en general es el porcentaje de grasa corporal el que importa cuando se trata de hacer una evaluación minuciosa del paciente.

 

Futuros avances en el tratamiento del sobrepeso y obesidad en la mira

 

“Sabemos que la obesidad es una enfermedad llamada multifactorial, donde el componente ambiental es muy importante y tiene que ver con el estilo de vida de la persona, cómo se alimenta y su nivel de actividad”, comentó.

 

El doctor Vallejo explicó que de los 49 elementos genéticos identificados, son 19 los que están presentes en las mujeres exclusivamente, “todo este conocimiento generado en análisis posteriores nos va a permitir explicar el porqué las mujeres y los hombres engordamos de manera diferente”.

 

De acuerdo con Emmanuel Vallejo, existe una cuestión muy importante donde los resultados obtenidos hasta el momento son descubrimientos considerados como novedosos, pero que no se pueden aplicar en automático aunque sí hay posibilidades a largo plazo, a través del diseño de nuevos medicamentos.

 

1 aporte1910“Ahora ya podemos identificar genes que producen una proteína y que influye mucho en la obesidad, lo que podría considerarse como un blanco terapéutico o farmacológico en el que se puede diseñar un medicamento que reduzca esa proteína y que, en consecuencia, reduzca el grado de obesidad de la persona”.

 

Al tener medicina personalizada a través de poder entender los factores genéticos y cómo interactúan con los factores ambientales, se pueden obtener nuevos métodos para la creación de terapias individualizadas que además puedan ser preventivas.

 

Lo que falta por descubrir

 

Para el especialista, tener participación en un proyecto de esta índole ha sido una gran satisfacción, pues a pesar de que su intervención fue muy específica, considera que todavía se necesita saber cómo se efectúa la interacción de los factores genéticos con el ambiente.

 

El trabajo muestra un gran impacto a mediano plazo. Además, mencionó que los factores genéticos detectados tienen un efecto muy modesto en la obesidad, incluso los investigadores involucrados en el estudio creen que estos 49 factores explican solamente diez por ciento de las diferencias que hay en la obesidad de los individuos.

 

“Quiere decir que muchos otros factores genéticos también tienen una contribución pequeña pero que, en conjunto, definen el porqué sube de peso una persona y que se ve igualmente relacionado con su estilo de vida”.

 

Estos estudios confirman que sí hay una relación de estos factores que explican el ICC con las enfermedades metabólicas, lo que permite entender la biología y empieza a dar pistas de cómo se pueden identificar estos factores genéticos.

 

A medida que vayan avanzando en esta disponibilidad de datos, se tendrá una visión más completa sobre el tema, y entre más específica sea, habrá mejores perspectivas para diseñar fármacos y terapias individualizadas, pero claramente la identificación es el primer paso.