La influenza puede ser mortal. A diferencia del resfriado común que no representa mayores riesgos, la influenza puede tener fuertes complicaciones para la salud y en casos graves, ser mortal.
Es una enfermedad respiratoria aguda causada por el virus de la influenza y principalmente afecta a la garganta, la nariz y los bronquios.
Se transmite a través de las gotículas de saliva que una persona enferma de influenza expulsa al estornudar o al toser.
En el país circulan tres tipo de virus estacionales de la influenza: A(H1N1), A(H3N2) e influenza B. Al ser una enfermedad viral, los antibióticos (que afectan a las bacterias) no tienen ningún efecto sobre la influenza.
Si se recibe atención médica oportunamente es controlable y curable.
Existen varias estrategias para prevenir la influenza. Una de ellas es aplicarse anualmente la vacuna contra la influenza estacional, elaborada con partículas de virus muertos (y por eso no produce influenza).
Esta vacuna se aplica a los grupos con mayor riesgo y personas con algunas enfermedades:
- Niñas y niños de 6 a 59 meses de edad.
- Niñas o niños y adolescentes de 5 a 18 años con factores de riesgo.
- A personas de 60 y más años de edad.
- Asma y otras enfermedades pulmonares crónicas.
- Enfermedades del corazón.
- Personas con el sistema inmune debilitado (por cáncer o VIH).
- Problemas renales crónicos.
- Diabetes mellitus.
- Obesidad.
- Mujeres embarazadas.
Este año, durante la campaña de vacunación contra la influenza se tiene contemplado aplicar más de 32 millones de dosis de vacunas.