Ya llegó la cosecha de la ciruela y se pueden ver los árboles frondosos cargados de esta fruta en la zona sur.
Esta fruta, es considerada un manjar en la cocina tradicional morelense, y se usa en toda suerte de guisos, como la carne de puerco en adobo o en chile verde, longaniza con chile, con frijoles gordos, para acompañar cualquier comida, cruda o hervida y hasta en salsa, tamales y atoles.
Uri Jahaziel Cabrera Arteaga, vecino de Tlaquiltenango, tiene un árbol de este fruto en su casa. Dice que se adaptó muy bien porque no necesita agua en abundancia. En esta temporada, la cosecha y la vende.
La que él vende es la que llaman “conservera” de color amarillo, que es cuando ya está en plena madurez, y vende dos sardinas en 15 pesos.
Señaló que hay personas que la congelan para ir tomando de ellas en el trascurso del año, ya que son muy buscadas para la elaboración de los platillos tradicionales.
La ciruela mexicana es una buena fuente de potasio, mineral necesario para la transmisión y generación del pulso nervioso y la actividad muscular.