Hay dos atractivos respiraderos en el Cerro de la Tortuga aunque uno es el que se le ofrenda y es una tradición ancestral de llevarle copal y flores al Dios del Viento; donde se consulta antes del temporal como serán las lluvias aunque este temporal fue muy escaso por lo que estuvo saliendo aire y cuando empezó el temporal dejó de salir; así lo da a conocer Ruperto Sánchez Rojas quién es oriundo de esta comunidad indígena de Tetelpa en el municipio de Zacatepec.
Estas ofrendas las ofrecen en Jueves de Ascensión y es un maravilloso encuentro con la naturaleza; se cree que debajo de la zona existe un río que pasa debajo de este místico cerro.
Xoxocotla inició esta ancestral tradición ya que fueron los primeros habitantes en vivir en Tetelpa y salieron de este lugar porque no podían sembrar ya que Tetelpa era tierra de ciénagas, había tule y agua brotando.
Cabe señalar que al pie de este respiradero ancestral hay un árbol de granjel que es medicinal y se aplica en enfermedades como la diabetes, cáncer, malaria, úlceras y afecciones renales, pulmonares, del aparato circulatorio, Además de ser cicatrizante, diurética y urolítica.