A pesar de que un hombre acusado del delito de violación habría negociado con familiares de la menor víctima el silencio de ella, la Fiscalía de Delitos Contra la Mujer región Sur Poniente obtuvo para él 30 años de cárcel.
El 7 de enero de este año, Sarahí “N”, madre de la niña, recurrió a la Fiscalía para denunciar la violación de su hija, de 9 años de edad, por parte de Virsabid “N”, de 34 años, padrastro de la menor, cuyos hechos ocurrieron en el domicilio familiar en la localidad de Puente de Ixtla.
Seis días después, la Policía de Investigación Criminal (PIC) ejecutó en el municipio de Jojutla la orden de aprehensión librada contra Virsabid por la posible comisión del delito de violación equiparada agravada.
No obstante, previo al inicio del juicio oral, programado para el 7 de junio, esta representación social perdió contacto con la víctima, establecido a través de su madre.
Al no localizar a la menor por ningún medio, la Fiscalía solicitó la suspensión del juicio, circunstancia que llevó a la búsqueda del padre biológico, a quien la PIC ubicó en el Oriente del país.
Sin saber del paradero de su primogénita desde un mes antes y desconocer la denuncia por violación, el hombre solicitó la activación de la cédula para localizar a su ex pareja Sarahí “N” y a sus dos hijos, incluida la agraviada. En respuesta a la denuncia por desaparición, los abuelos maternos advirtieron que la menor no aparecería hasta que Virsabid saliera en libertad.
Ante esto, el tribunal ordenó incorporar al juicio la declaración de la pequeña, al justificarse que el motivo de su incomparecencia era atribuible al acusado y a su equipo jurídico.
Por unanimidad, ahora el tribunal de juicio oral emitió fallo condenatorio al acreditarse la participación de Virsabid “N” en este hecho delictivo, por el que además de la pena de prisión tendrá que pagar la reparación del daño.