Investigadores del Centro de Investigaciones Biológicas (CIB) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), detectaron en la región sur de la entidad una temperatura nunca registrada de 60 grados centígrados que ya alteró el hábitat de la fauna, la cual monitorean desde hace varios años cuando realizan trabajo de campo en la zona.
Rubén Castro Franco, jefe del programa educativo de la Maestría en Manejo de Recursos Naturales del CIB, informó que estos hallazgos indican “gravísimos problemas de carácter ambiental que deben ser atendidos y en los que el CIB puede contribuir con propuestas para revertir el deterioro ambiental que ha cambiado el clima”.
Entrevistado en el marco de la Primera reunión estatal de vinculación del CIB con los sectores productivos, realizada el pasado 19 de junio, el investigador universitario dijo que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) anunció unos días antes que Mitribah, en Kuwait, había alcanzado los 53.9 grados centígrados de temperatura, “ese mismo fenómeno ocurre en la región sur de Morelos donde se ubica la Sierra de Huautla, que comprende los municipios de Ayala, Jojutla, Tepalcingo, pero también en una zona del municipio de Tlaquiltenango”.
Castro Franco explicó que con frecuencia los investigadores del CIB salen a realizar trabajo de campo entre las 11 y 15 horas, “que son las más críticas, cuando muestrean fauna hacen mediciones con termómetros laser en el suelo, aire y sustrato, y han encontrado que las temperaturas han llegado hasta 60 grados, obviamente se correlaciona a la ausencia de actividad, en completa sequía, en los meses de abril y mayo cuando la vegetación pierde hojas y la radiación es intensa”.
El fenómeno, dijo, es poco perceptible en las ciudades pero ya se siente con las oleadas de calor, “en el campo está ocurriendo este evento que nos parece extremadamente peligroso, ya no detectamos actividad de la fauna característica de esos lugares, como lagartijas o iguanas a esa hora, cuando los reptiles son los que más gustan de las altas temperaturas y estarse moviendo entre rocas, suelo y árboles”.
Castro Franco agregó: “estamos haciendo investigación que nos indique si las lagartijas están cambiando el uso de micro hábitats o migrando a lugares mas sombreados, lo que les permita jadear para ventilarse”, alertó.
Rubén Castro señaló que el principal problema en el cambio del clima es la deforestación, “incluso fue propiciada desde el gobierno con programas donde se permitió la ampliación de la frontera agrícola para plantar, por ejemplo, el agave para producir tequila, lo que provocaba la pérdida de biodiversidad”.
El investigador del CIB dijo que la propuesta de este centro es el aprovechamiento, uso y manejo adecuado de los recursos naturales con alternativas para que los habitantes realicen actividades productivas sin perder la selva baja caducifolia.