La autorización de permisos para la caza del borrego cimarrón (Ovis canadensis) como parte de una estrategia de manejo y conservación, registra casos de éxito en México y alrededor del mundo; sin embargo, en Baja California hasta ahora la especie no cuenta con un aprovechamiento cinegético.
Aunque pareciera que la cacería se contrapone a los objetivos de conservación de la especie, la actividad cinegética resulta en beneficios para las poblaciones del borrego cimarrón cuando se acompaña de un esquema que garantiza inversiones en la conservación de su hábitat y en vigilancia que inhiba la cacería furtiva.
En el libro Estudios sobre el borrego cimarrón en el Noroeste de México, publicado en 2017 por la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), investigadores de la institución advierten que el borrego cimarrón es una especie económicamente importante por la derrama que genera su cacería.
“Desde el punto de vista cinegético, representa uno de los trofeos más interesantes a escala mundial, por su gran cornamenta y lo difícil que resulta cazarlo”, mencionan los investigadores. Sitios promotores de la actividad cinegética señalan que un permiso puede costar en promedio alrededor de 35 mil dólares, pero en ocasiones alcanza un costo por el orden de los cientos de miles de dólares.
Cacería para la conservación
El doctor Raúl Valdez, profesor emérito de la Universidad Estatal de Nuevo México (NMSU, por sus siglas en inglés) y especialista en borrego cimarrón, desarrolla estudios en países asiáticos, donde documentó el incremento de las poblaciones del cimarrón y enlista la caza regulada como uno de los factores de su recuperación.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, el investigador de la NMSU apuntó que simultáneamente a la autorización de permisos de cacería deben implementarse medidas de conservación del hábitat, como reducir la producción de ganado en las áreas de distribución del borrego.
Subrayó que otro aspecto esencial es que la comunidad que radica en la zona donde se encuentra el borrego cimarrón establezca acuerdos para realizar el aprovechamiento cinegético, firme los contratos correspondientes con las autoridades gubernamentales y especifique con antelación la forma en que se administrarán los ingresos derivados de la caza, en los que debe incluirse la inversión para la conservación de la especie.
“El dinero que reciban del aprovechamiento del borrego es comunal, es una cosa democrática, y lo más importante: pagarle a gente que va a patrullar, para evitar la caza furtiva y cuidarlos”.
Mencionó que en Sonora y Baja California Sur, así como en Estados Unidos, los beneficios de permitir la cacería se demuestran en poblaciones estables del borrego cimarrón y comunidades que se involucran en su vigilancia y conservación, porque la especie se ha convertido en sinónimo de bienestar social.
En el artículo Status and population structure of a hunted population of Marco Polo Argali Ovis ammon polii (Cetartiodactyla, Bovidae) in Southeastern Tajikistan, publicado en 2016 en la revista especializada Mammalia, Raúl Valdez, en colaboración con tres investigadores, afirma que el patrullaje y vigilancia implementado en Tayikistán para cuidar al borrego o argalí de Marco Polo (Ovis ammon polii) ha sido un factor de influencia para lograr un incremento significativo en la abundancia de la especie.
“El pequeño número (45) de permisos de caza tiene un impacto mínimo en el sector ovino masculino. Tayikistán ahora mantiene más argalí que cualquier otro país”, destacan los investigadores.
Permisos para aprovechamiento, facultad estatal
Desde 2001, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) incluyó el borrego cimarrón en la Norma Oficial Mexicana (NOM) 059 como una especie bajo protección especial, categoría en que hasta la fecha se mantiene.
Para conocer el estatus poblacional del borrego cimarrón en Baja California, en 2010 y 2011 investigadores de la UABC llevaron a cabo monitoreos aéreos y terrestres como parte de la elaboración de la Estrategia estatal para la conservación y el manejo sustentable del borrego cimarrón en Baja California, documento rector cuyo diseño fue coordinado por la Secretaría de Protección al Ambiente (SPA).
Como resultado del monitoreo en el que se observaron 381 animales, los investigadores encontraron que en las sierras monitoreadas la población se mantuvo estable entre 1992 y 2010.
En 2012, la Semarnat notificó a la SPA que a partir de entonces estaría a cargo de la evaluación, dictamen y emisión de tasas de borrego cimarrón, y en 2013 se publicó la estrategia estatal, refiere el libro Estudios sobre el borrego cimarrón en el Noroeste de México.
¿Cuántos cimarrones hay en BC?
A diferencia de Baja California Sur y Sonora, el gobierno de Baja California hasta ahora no ha autorizado permisos para el aprovechamiento cinegético del borrego, lo que en el libro citado investigadores atribuyen a que “el borrego cimarrón forma parte de la identidad iconográfica de instituciones de gran prestigio en el estado, siendo el caso principal la UABC, que lo incorpora como mascota y sello de identidad iconográfica”.
Aunque reconoce que a nivel mundial se ha comprobado que la cacería regulada es un instrumento para la conservación de fauna silvestre con poblaciones críticas, el doctor Guillermo Romero Figueroa, investigador de la Facultad de Ciencias de la UABC, propone contemplar el aprovechamiento extractivo del borrego cimarrón bajo un esquema de sustentabilidad fundamentado en la certeza que da conocer el estado de conservación de la especie, las condiciones de su hábitat y la cobertura del aspecto socioambiental en las comunidades donde se encuentra.
“Desafortunadamente no tenemos datos fiables de lo que ha ocasionado la caza ilegal. Se sabe anecdóticamente, por los mismos rancheros y ejidatarios, que se está extrayendo el borrego cimarrón, se caza ilegalmente y ese es un problema grande al que se está enfrentando la especie; nos urge conocer el estado de conservación para saber cómo se está comportando la población con esa presión de cacería ilegal que tiene”, señaló en entrevista.
Estimó que para contemplar el aprovechamiento cinegético regulado en el estado se debe primero actualizar la información sobre la especie, debido a que la última evaluación fue hace ocho años y la información es necesaria para que las autoridades tomen decisiones.
“Como sabemos que la población es dinámica, siempre está de alguna manera moviéndose y teniendo algunos cambios derivados de las presiones ambientales, por lo que surge la necesidad de actualizar la información ecológica, como la estimación actual de la población, la estructura poblacional, la salud y cómo están los sitios donde viven (su hábitat)”.
Santuario cimarrón
La actualización del estatus poblacional del borrego cimarrón en Baja California se realizará como parte de los estudios preparativos para el establecimiento de un santuario para la especie en las sierras de la entidad, una propuesta impulsada como estrategia de conservación por la asociación civil Fundación UABC.
El doctor Guillermo Romero, quien formará parte del equipo que coordinará el monitoreo de la especie, enfatizó que el proyecto que propone Fundación UABC debe integrar la arista socioambiental y con ello garantizar la participación de los ejidatarios, propietarios de las tierras que son el hábitat del borrego cimarrón.
Consideró que el establecimiento de un santuario no elimina la posibilidad de que eventualmente haya un aprovechamiento cinegético de la especie en la región, e incluso hay propuestas para realizar actividades no extractivas en torno al borrego.
“Cuando decimos aprovechamiento puede ser extractivo y no extractivo. Hay propuestas de la Facultad de Ciencias para hacer un aprovechamiento no extractivo, por lo pronto, para avistamientos, safaris fotográficos, senderismo, pero primero necesitamos conocer las poblaciones, cómo están”, concluyó.