Por millones de años, el mundo ha caminado en un ciclo de 100 mil años fríos y 10 mil calientes; sin embargo, ya estamos para cumplir los 11 mil y el calor no termina, ni va a terminar, afirmó el doctor Priyadarsi Debajyoti Roy, profesor investigador titular B en el Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y miembro nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
El científico expuso en la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) Unidad Morelia sus investigaciones sobre el cambio climático y sus efectos en la Tierra.
“Cuando se habla de temperatura, en la mente surge la imagen de un climatólogo como el científico al que le corresponde su estudio; al geólogo se le atribuye el estudio de las rocas. Pero estas ciencias tienen ya un tiempo trabajando juntas para acercarse más al estudio del cambio climático”.
Las líneas de investigación del doctor se dirigen a los tsunamis, desiertos y variaciones climáticas, medio ambiente de Antropoceno y paleoclimatología del Cuaternario.
“De 1880 a la fecha, se ha aumentado la temperatura en dos grados, por lo que han surgido iniciativas mundiales que permitan disminuir el aumento gradual de temperatura”.
Señala que eso se debe a que en los últimos 100 años ha habido un incremento en la concentración de gases de efecto invernadero de 300 a 410 partes por millón. ¿Por qué preocupa?, no es solamente el calor, señala, sino que este genera cambios en las dinámicas marinas, afecta ecosistemas, provoca inundaciones o sequías.
¿El calentamiento global es algo nuevo?
“El calentamiento global ha ocurrido en el pasado. Durante el Cretáceo, la concentración de CO2 era muy parecida a la actual por la gran cantidad de actividad volcánica presente. En el Paleozoico era cinco veces mayor”.
Esto se puede estudiar a través de rocas antiguas, permitiendo que se conozca cómo era el clima en ese tiempo y cómo respondió el ecosistema.
“Las rocas son como un diario para el planeta Tierra, ha ido escribiendo su experiencia en sedimentos y rocas. Los geólogos son los que pueden leer esas notas para saber qué pasó en esos intervalos de tiempo y ayudar a prepararse para el futuro”.
Explica que la energía solar varía con el tiempo por la forma elíptica de la Tierra que tiene una inclinación de 22 a 24 grados. Pero si la Tierra ha tenido siempre variaciones de temperatura, ¿por qué se habla especialmente en nuestro tiempo del riesgo que representa y la necesidad de mitigarlo?
Eso se debe, explica, a que la presencia del ser humano en la Tierra es la causante del aumento de temperatura que se observa, a pesar de que en los años 90 y aun en la actualidad, se niegue la calidad antropocéntrica del cambio climático.
“En núcleos de hielo que observamos de hace 700 millones de años, observamos que había un cambio de carbono de 200 a 280 partes por metro. Ese cambio ocurría en un periodo de 100 mil años. Ahora con el ser humano ese mismo incremento ha sucedido en un periodo de 100 años”.
Con esto afirma que el calentamiento climático es un proceso natural y cíclico, lo que ha sucedido con el ser humano es que se ha acelerado drásticamente y se ha modificado el curso cíclico de las temporadas frías y calientes, para imponer un contexto de calor al que no se le ve fin.
Calor y agua
Esta relación complicada entre el calor y el agua se ha ido dramatizando con el paso del tiempo, afirma que los investigadores han comenzado a hacer estudios que avisen del momento en que ciudades del mundo habrán de quedarse sin agua. Se ha nombrado como el día cero. La primera ciudad que llegará a su día cero, señala el doctor, es Cabo, Sudáfrica.
“Llevan ya tres años sin lluvia y se prevé que para el 2019 se van a quedar sin agua. La Ciudad de México es otra de las que se encuentran en riesgo”.
¿Podría la Tierra resolver este problema por sí misma? Una de las cualidades de la Tierra es que genera los mecanismos para protegerse. Es el caso de que al combinar el agua caliente con los desechos de aguas negras tiradas al océano, se convierten en nutrientes, por lo que comienzan a producirse algas que secuestran el carbono.
“Sin duda, la Tierra está reaccionando pero para que estos mecanismos limpiaran los océanos tendrían que pasar millones de años”.
Esa es la importancia que tiene hablar de mitigación y adaptación. “Los investigadores no estamos llevando la información a la sociedad. Es necesario que mitiguemos, es decir, reduzcamos nuestra dependencia a las energías provenientes del carbón y que nos adaptemos, porque el calentamiento global es un problema real que no podemos revertir, solo aminorar”.