De las 12 especies de lagartijas que habitan en México, cuatro son unisexuales pertenecientes al género Aspidoscelis y están amenazadas por el crecimiento urbano turístico en los estados de Yucatán y Chiapas, así lo informó la investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Norma Leticia Manríquez Morán.

La académica detalló en entrevista que estas lagartijas están conformadas únicamente por hembras y su reproducción es clonal, la cual se denomina como partenogénesis, que consiste en que las madres producen hijas genéticamente idénticas y por ello nunca existen los machos, pero han sido afectadas por la construcción constante de complejos turísticos como hoteles y restaurantes en la península de Yucatán.

Manríquez Morán, integrante nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), se ha dedicado a estudiar tres especies que habitan en la península de Yucatán como son las Aspidoscelis cozumelae, maslini y rodecki, mientras que en Chiapas radica un Aspidoscelis especie G. Explicó que este fenómeno ocurre por la hibridación entre especies aunque, de acuerdo con sus investigaciones, las especies que dieron origen a estas fueron las Aspidoscelis deppii y angusticeps.

En el mundo se han documentado 40 especies de lagartijas diferentes, las cuales se dispersan por diferentes regiones del país, pero solo las unisexuales radican en las zonas del sur de México, donde habita 25 por ciento de las especies conocidas con estas características en el mundo.

Sin embargo, la pérdida de hábitat para estas especies por el crecimiento de infraestructuras turísticas ha provocado su disminución en las islas adyacentes como Isla del Carmen, Isla Mujeres, además de las zonas continentales, y con ello se han reducido las poblaciones.

Desde 1990 las poblaciones han disminuido, ejemplificó que la Aspidoscelis rodecki —que fue identificada por primera vez en Isla Mujeres— está extinta en dicha zona, porque era la que tenía la distribución más pequeña y actualmente solo se encuentra en Isla Contoy y en algunas zonas de la península de Yucatán.

Debido a que para la construcción de los complejos hoteleros se eliminan las especies de plantas nativas de la región que atraen a los insectos, que son la fuente principal de alimento de las lagartijas, también desaparece la presencia de estos reptiles.

Explicó que la mayoría de las especies de lagartijas radica en América del Norte y principalmente en Rusia, donde reside la mayor parte de las especies, pero las unisexuales habitan en ambientes similares a islas con cercanía al mar.

La mayoría de las especies ovíparas se reproduce durante la primavera y verano a partir del primer año de edad, mientras que la lagartija endémica de la isla Cozumel después de reproducirse muere.

La investigadora sostuvo que es difícil identificar a las especies unisexuales del resto, debido a que se hallaron con estas características hasta después de hacer trabajo de campo desde la década de 1950 en Rusia, y en América se reprodujeron los mismos estudios.

El área de distribución de las especies es distinta, pues la Aspidoscelis cozumelae solo habita en la isla Cozumel, mientras que la rodecki vive en la Isla Contoy, así como algunas zonas de Cancún, y la maslini está distribuida desde isla del Carmen hasta las zonas costeras de Campeche y Quintana Roo.

Los avances de las investigaciones sobre el origen y evolución de este tipo de lagartijas los darán a conocer en publicaciones científicas como The Herpetological Journal este año.

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