El síndrome sería la respuesta extrema al estrés crónico originado en el contexto laboral y tendría repercusiones de índole individual, pero también afectaría a aspectos organizacionales y sociales.
Del burnout repercute, en primer lugar: en cuerpo, que manifiesta ciertos síntomas de desgaste físico y emocional como el insomnio, la carencia de energía, la reducción de los niveles de tolerancia con el error ajeno, la incapacidad para concentrarse en las tareas, especialmente en aquellas que implican una atención continua, e incluso la reducción de la atención que se presta a cuestiones importantes, incurriendo la persona agotada en distracciones constantes y en lapsus de la memoria y del lenguaje.