Los delitos cibernéticos son todos aquellos actos o hechos que, estando tipificados como delitos, se desarrollan en internet o requieren del uso de medios informáticos para ser realizados.
Un parte muy importante de los “delitos de toda la vida” también pueden ser delitos cibernéticos desde el preciso instante que se tienen lugar en Internet, haciendo uso de Internet y/o empleando hardware o software para ello.
En la actualidad, la delincuencia cibernética ha dado lugar a una industria floreciente que genera miles de millones de euros de ingresos cada año, en su mayor parte, ingresos fraudulentos. Se estima que mueve más de tres mil billones de dólares cada año, y que afecta a más de un millón de usuarios por día, lo que equivale a catorce víctimas por segundo.
Algunos de los delitos cibernéticos que más se suceden a diario están relacionados con las injurias y calumnias, el acoso, la pornografía infantil, los derechos de propiedad intelectual y/o industrial, el fraude y un largo etcétera, pero muy especialmente con el robo y la usurpación de la identidad de las personas.