Cientos de capitalinos se dieron cita en el Panteón de la Leona en la colonia Carolina en el centro de Cuernavaca, para recordar a esas madres de familia que, aunque ya no se encuentran físicamente, viven en los corazones de sus seres queridos.
Desde la mañana ya se instalaban los negocios de flores, veladoras e imágenes religiosas para recordar en este Día de las Madres, las anécdotas y vivencias se mezclaron con las tumbas olvidadas por sus dueños en uno de los panteones más tradicionales de Morelos.
Esta vez, la tecnología estuvo presente. Y es que aunque anteriormente se podría ver a conjuntos norteños, tríos y otros músicos en solitario deleitando a las familias en este día, hoy sólo una bocina fue suficiente para hacerlo.
Como fue el caso de la familia Pérez, quienes cantaron a los pies de la tumba de doña Belén, melodías como Amor Eterno y Dos Coronas a mi Madre y otras más, a ritmo de marimba, para recordar que en vida siempre le gustó la música.
De acuerdo con las autoridades del Panteón, hasta el mediodía se habían contabilizado cerca de mil personas en el lugar, muy similar a lo registrado el año pasado.