Gustavo Urquiza Beltrán, rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), directores de las facultades de Arquitectura, de Contaduría, Administración e Informática y de la Escuela de Turismo, así como representantes del gobierno estatal, realizaron este día un recorrido de seguimiento a los trabajos de construcción de los edificios uno y dos de esta máxima casa de estudios, en el marco de la tradicional celebración de la Santa Cruz que festejan en todo México los arquitectos y los trabajadores de la construcción.
Durante el recorrido el ingeniero civil encargado de la obra, José Luis Muñoz, expuso que el proyecto de construcción del edificio uno de la UAEM se encuentra en el proceso de excavación que corresponde a dos sótanos y la realización de un desplante de tres niveles hacia arriba con un total de 28 mil metros cuadrados.
José Luis Muñoz explicó que hasta el momento se tiene un avance de obra del 10 por ciento debido a la excavación que ha sido compleja debido al terreno rocoso, sin embargo, anunció que en aproximadamente un mes se realizará la cimentación del edificio.
Agregó que la etapa de cimentación consistirá en la construcción de marcos de acero en un tiempo estimado de ocho meses, para albergar en este edificio las aulas e instalaciones de la Facultad de Arquitectura, de la Escuela y Turismo, así como las oficinas de la Federación de Estudiantes Universitarios de Morelos (FEUM), además de áreas verdes y comunes para actividades recreativas.
Por su parte, Adolfo Saldívar Cazales, director de la Facultad de Arquitectura, dio a conocer que el edifico uno contará con dos plantas de tratamiento de agua, que permitirá el riego de jardines mediante una cisterna de captación de agua pluvial, además un sistema contra incendios por aspersores, como lo establece la normatividad de protección civil, pasillos amplios y salidas de emergencia para casos de contingencia por desastre natural.
Saldívar Casales detalló que los edificios uno y dos contarán con acceso universal, elevadores, sistema táctil mediante el lenguaje de Braille y alarma para personas con sordera, todo ello para que el edifico pueda ser acreditado como una inmueble incluyente.