La apicultura es una práctica importante para los seres humanos, ya que de ella se obtienen diferentes productos, además, las abejas son importantes polinizadoras de plantas, realizando gran parte de la polinización total de los insectos, por ello el interés por el estudio de estos animales y su conservación.
Guadalupe Peña Chora, profesor investigador del Centro de Investigaciones Biológicas (CIB) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), destacó la importancia de la apicultura que hoy en día se está perdiendo debido a factores como la contaminación y el cambio climático.
“Estos factores retrasan la floración o la adelantan, tal como lo afirman los apicultores, y es un problema porque disminuye las poblaciones de abejas, principalmente las nativas”, advirtió.
El también responsable del Laboratorio de Parasitología Vegetal del CIB, dijo que en éste se trabaja con la abeja europea (Apis mellifera) desde 2008 con el objetivo de desarrollar diferentes líneas de investigación que coadyuvaran a la conservación de las abejas, ya que uno de los principales factores de su diminución es el ácaro varroa destructor, un ectoparásito que se alimenta de la hemolinfa de las abejas, larvas, pupas y adultos, además de ser vector de virus, para ello se está combatiendo con métodos naturales, libres de químicos, en particular con la bacteria Bacillus thuringiensis.
“Donde no se controla el ácaro, se pierde la colonia en uno o dos años, el año pasado contábamos con 60 colonias y como no las tratamos contra el ácaro, se enfermaron y perdimos la mitad, afortunadamente estamos trabajando con una bacteria que hace que las larvas crezcan más y las estimula para resistir enfermedades con lo que recuperamos la mitad y ahora estamos estudiando esa bacteria”, explicó.
El investigador universitario detalló que existen acaricidas químicos para combatir dicho ectoparásito, “pero tiene la desventaja de generar resistencia y dejar residuos en la miel que no permiten su exportación, Morelos produce mil quinientas toneladas de miel al año, y el que podamos minimizar los daños que ocasiona esta plaga, sería un gran logro para los apicultores”.
Peña Chora dijo que otro de los problemas actuales para los apicultores es el uso de herbicidas y agroquímicos en los cultivos, puesto que las abejas lo transportan del néctar a la miel.
Detalló que producto de estas investigaciones en el CIB, se ha comprobado que la bacteria que se utiliza en el laboratorio y que fue aislada de un cadáver de ácaro, produce cristales proteicos y tiene propiedades benéficas como probiótico en abejas obreras, por ello se están realizando pruebas in vitro para comprobar su efectividad en abejas reinas y zánganos.
Actualmente el Laboratorio de Parasitología Vegetal cuenta con cerca de 40 colonias de abejas, donde se realizan estudios con dicha bacteria y se promueve la conservación de la apicultura para detener al ácaro varroa, producto de ello, se desarrollan distintas líneas de investigación donde participan otros centros de investigación de la UAEM y se involucran tesis de estudiantes.