La Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) de Morelos continuará brindando el apoyo necesario a los familiares del migrante morelense Rubén Gerardo Galindo Chávez, quien fue ultimado por dos policías la noche del 6 de septiembre de 2017 en Carolina del Norte, Estados Unidos.

Durante un encuentro con Román Galindo y Elia Chávez, padres del connacional, la titular de la dependencia, Blanca Almazo se comprometió a gestionar lo que esté al alcance para apoyarlos durante este difícil proceso.

Recordó que, tras los trágicos sucesos en septiembre pasado, la Sedeso atendió en tiempo y forma la solicitud de la familia, originaria de la comunidad de Coatetelco, para apoyar con recurso económico en el traslado del cuerpo de Rubén Gerardo a territorio mexicano.

Ante representantes de la Confederación Internacional de Morelenses en el Extranjero que acompañan a la familia, Almazo ofreció el apoyo institucional para buscar la ayuda de asociaciones de abogados en Estados Unidos, con quienes la Sedeso ha construido lazos de colaboración para casos especiales como este.

“Como en otras ocasiones, agotaremos todas las alternativas que estén a nuestro alcance para buscar que se haga justicia en este caso”, refirió la funcionaria estatal.

Por su parte, el abogado de la familia, Guillermo Correa, reconoció la labor que el gobierno estatal, a través de la Sedeso, ha realizado a favor de miles de morelenses en el extranjero, principalmente los que se encuentran en la Unión Americana.

Precisó que gracias a eso, se logró la repatriación del cuerpo de Rubén Gerardo a su natal Coatetelco el 26 de septiembre pasado, y los padres contarán con recurso económico adicional para solventar los gastos funerarios que se hicieron en su momento.

“Nosotros hemos sido respetuosos con las instituciones y lo que hemos buscado es sumar esfuerzos de colaboración tanto estatales como federales para que a la familia se le otorgue asistencia jurídica en Estados Unidos en este trágico acontecimiento”, indicó el abogado.

Según el reporte, Rubén Gerardo murió baleado por dos policías que le dispararon en la puerta de su vivienda en Charlotte, al intentar entregar un arma que tenía en su poder, pese a que él había explicado sus intenciones en una llamada al número de emergencias 9-1-1.

El año pasado, la Sedeso, a través de recursos del Programa Estatal de Atención a Migrantes, apoyó a familiares de 78 morelenses fallecidos en el extranjero para su repatriación. En lo que va del presente año la dependencia ha recibido 19 solicitudes de este tipo.