El obispo de Cuernavaca, Ramón Castro, reconoció que aún no hay recursos para reparar los 320 templos dañados en toda la entidad, pero confió en que la gran mayoría puedan ser rehabilitados.

Dijo que están a la espera de subsidios para apuntalar los edificios, para que se puedan conservar y evitar cualquier desgracia.

Reconoció que no existe todavía una idea de cuánto costará la reparación.

Aseguró que no se han suspendido las misas y los 40 sacerdotes que se quedaron sin casa, han encontrado abrigo con los feligreses.