La Primavera de México posee una inmensa riqueza cultural que se hace presente con mucha fuerza en la temporada conocida como “Día de muertos”.
Días antes del 31 de octubre, comienzan a aparecer enormes altares dedicados a los seres queridos fallecidos, flores de cempasúchil, velas y veladoras adornando los panteones y un deleite gastronómico en cada rincón del estado.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Turismo estatal, el calendario de actividades para este año comienza el 28 de octubre con globos gigantes en conmemoración a la muerte en la Hacienda Coahuixtla, municipio de Ayala. Luego los festivales en escuelas y cabeceras municipales anuncian el inicio de la tradición.
En 2014 la UNESCO declaró a las festividades tradicionales del poblado de Ocotepec, como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Esta localidad de Cuernavaca concentra un gran número de visitantes pues los habitantes abren las puertas de sus casas para compartir momentos especiales alrededor de grandes ofrendas, café y pan.
Algo similar ocurre en Tetela del Volcán, en donde los altares alcanzan hasta siete pisos de alto, ocupando todo un cuarto de las viviendas. Al mismo tiempo se realiza en la cabecera municipal “La Huehuenchada” un desfile colorido en el que los pobladores se disfrazan de personajes peculiares de dicha localidad que fallecieron recientemente.
En Atlatlahucan, la ronda de la muerte y ofrendas especiales para niños visten de misticismo al Pueblo con Historia y Tradición.