Los huertos de traspatio son una alternativa viable para apoyar la alimentación y economía de familias urbanas y campesinas, informó Erika Román Montés de Oca, profesora investigadora de la Facultad de Ciencias Agropecuarias (FCA) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
La investigadora dijo que pequeños espacios, como una azotea, patio o pasillos del hogar, se pueden aprovechar para la siembra de hortalizas, hierbas aromáticas y frutales, incluso con la posibilidad de generar excedentes y comercializarlos con otros productos de la canasta básica, además de ser una aportación importante para la nutrición familiar.
“El modelo de huertos de traspatio se han implementado con éxito por mujeres amas de casa en las comunidades de Jiutepec, Cuernavaca, Tetlama, Huitzilac y Totolapan, incluso, en escuelas agropecuarias de Tlapa de Comonfort del estado de Guerrero, a las que se les ha capacitado para que produzcan algunos de sus alimentos en casa”, dijo.
Erika Román informó que en el Campo Experimental de la FCA que se ubica en el Campus Norte de la UAEM, se han impartido talleres de capacitación para la elaboración de huertos de traspatio, donde se comparte el conocimiento a la sociedad sobre las técnicas orgánicas, de construcción, siembra, usos y cuidados de las hortalizas, la creación de lombricomposta, evitar el uso de insecticidas para un proceso de siembra más sustentable con el medio ambiente, entre otros temas.
La investigadora expuso que entre los retos que enfrentan los productores agrícolas, se encuentran los efectos del cambio climático, como lo impredecible de los temporales, lo que hace que cada vez más difícil planificar la siembra y los periodos de cosecha, así como la reducción de insumos y apoyos económicos gubernamentales que reciben para la producción a mediana y pequeña escala.
Finalmente, Erika Román destacó el papel de los medianos y pequeños productores agrícolas para garantizar la seguridad alimentaria de la sociedad mexicana, a pesar de las dificultades que tienen miles de familias para el acceso a los alimentos de calidad, debido a los precios fluctuantes del mercado, derivados de la inflación económica