El comportamiento de la pandemia en México y los ciclos de disminución y crecimiento de contagios, nos muestran que no hemos llegado al pico máximo de casos, afirmó Vanessa López Guerrero, investigadora de la Facultad de Nutrición de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
Entrevistada sobre el comportamiento del Covid-19 después de concluida la Jornada Nacional de Sana Distancia, la viróloga señaló que las propias autoridades generaron un estado de relajamiento en la población de las medidas de confinamiento y distancia, y promovieron la idea de que tenemos que aprender a vivir con este virus.
“La relajación de estas medidas en la población no es oportuna, existe un gran potencial de contagios y las autoridades no están realizando las pruebas para detectar Covid-19 a toda la población, en cambio sólo se aplica una cantidad mínima para monitorear, lo que no arroja la verdadera realidad de la pandemia”, explicó.
López Guerrero dijo que para el caso de Morelos, desde inicio de la pandemia, una parte importante de la población no se tomó en serio la cuarentena, a pesar de las recomendaciones y la información de las autoridades, “se avizora que habrá muchos contagios constantes y durante mucho tiempo, lo que alargará la epidemia, a diferencia de lo que ha ocurrido en otros países, donde el confinamiento bajó el número de casos y en consecuencia frenó la curva de la epidemia”.
La investigadora resaltó el esfuerzo de los científicos en el mundo que han desarrollado por lo menos 800 prototipos de vacunas contra el Covid-19, donde destacan siete de ellas en fases clínicas, pues ya pasaron de la experimentación a su utilización en animales y humanos.
Dijo que de esas siete, existen dos con resultados favorables, una que trabajan en China patrocinada por la empresa AstraZeneca y que desarrolla la Universidad de Oxford, la cual ya está en la fase de aplicación humana con muestras en 2 mil personas de Brasil, donde se evalúa el resultado de un total de 10 mil aplicaciones en todo el mundo.
Vanessa López lamentó que México no entrara a la fase de prueba de la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford, porque el participar garantizaba tener acceso a las vacunas cuando sea aprobada y distribuida, “de entrada en nuestro país se necesitan unas 20 millones de vacunas como mínimo para atender al grupo más desfavorable”.
“Nosotros estamos en la lista de espera como todos los países. Brasil fue elegido para la realización de la pruebas de evaluación porque es una potencia en la producción de vacunas, en cambio en México no tenemos producción, aunque que sí contamos con capital humano y científicos para hacer lo mismo que la Universidad de Oxford aunque hace falta la inversión; esperamos que cuando exista la vacuna los científicos sean invitados para determinar quiénes tienen que ser los primeros beneficiarios de la misma porque hay muchos grupos vulnerables”, dijo.