Las palapas es quizás uno de los aportes arquitectónicos que vienen de la cultura filip¡na y que llegó al occidente mexicano; en la zona sur hay artesanos que llevan tiempo tejiendo la palma que llega desde el estado de Guerrero y que resisten las altas temperaturas y ayudan con la humedad ya que los materiales pueden absorberla; así lo dio a conocer este jueves Edgar Landa Zuñiga del municipio de Tlaltizapan quién junto con sus compañeros elaboraban varias para un balneario muy conocido en la región.
Dicha palma se ordena a Coahuayutla, Guerrero y se venden por cargas que traen 24 rollos.
Señaló Edgar Landa Zuñiga que para elaborarlas tardan una semana y llevan morillos, lazo de ixtle, vara blanca que se encuentra en el campo. Va montada sobre una base de cemento para que soporte su peso.
Mencionó que dura cinco años la palma ya que después de su tiempo se empieza a ver cuando ya no sirve ya que se la come el sol y la lluvia y sola se empieza a caer y se pudre sola.
Por su parte; Jaime Serrano Valentín del municipio de Jojutla es quién limpia palma por palma y le quita las espinas para que no se atore el lazo y no espinen sus compañeros.
Ellos recomiendan estas palapas hasta para viviendas ya que están hechas de materiales renovables y de larga vida y que permiten el flujo de aire y por tal razón son frescas.
Landa Zuñiga afirma que no alojan animales porque se le pone un líquido tipo repelente que alejan cualquier bicho. Además de ser térmicas.