El camposanto de la comunidad rural del Real de Huautla, que se localiza en la Sierra del mismo nombre, en el municipio de Tlaquiltenango, es como “una mirada al pasado”, expresó  Don Cristino Ríos, un habitante y ex trabajador de la Mina durante su época de mayor apogeo.

Se refiere a que en el lugar hay tumbas que pueden ser de 1800 ya que no están seguros ya que no cuentan con fechas, “el tiempo las borró”, dice.

En el lugar se ven tumbas añejas, y en algunas de ellas hay jarritos y tazas de barro que llaman la atención, menciona Don Cristino, que son para ponerles agua.

Este camposanto tiene cerca de los 100 años, en 1972 se hizo la barda y se puso el portón, antes era de tecorral comentó.

Debido a la gran tranquilidad de este apacible y acogedor lugar, Florentino Orellana, quién era originario de Charcas, San Luis Potosí, y quién fuera trabajador de la empresa minera, quiso ser sepultado en este lugar en el año 1991.