Es la tumba más alta del mausoleo del antiguo convento de San Miguel Arcángel y se encuentra en Tlaltizapán el municipio que se le considera como la cuna de la Revolución.
Este mausoleo lo mandó a construir Emiliano Zapata en 1914 para ser sepultado allí junto a sus más fieles hombres aunque aún no se cumple su voluntad pues sus restos aún descansan en Cuautla; así lo expresa Teodúlo Méndez trabajador del Museo de la Revolución del Sur ex cuartel del General Emiliano Zapata.
Narra que en este mausoleo hay una placa que se lee: “Aquí lucharon los fieles guerrilleros de Zapata, que regaron con su sangre y con su vida los anhelos de la masa campesina.
No lucharon por bastardos intereses ni los guío la vanidad o el odio. Tierra y Libertad fue su bandera que ondeó triunfante ante la nación entera. Paladines de la causa agraria. El pueblo humilde les rinde homenaje. Tlaltizapán, Mor. 20 de noviembre de 1944. Sepultados en este mausoleo se encuentra el General Pioquinto Galis, los hermanos y Generales Ignacio, Adalberto y Modesto Maya, General Amador Salazar Jiménez, General José Rodríguez Morales “El Ranchero”, General Jesús Capistran, General Emigdio Marmolejo, Leobardo Suárez Abundez, Ignacio Castañeda Barba, Bonifacio García Maldonado, Gregorio Castañeda Domínguez y Gil Muñoz Zapata.