Como muchos damnificados, la familia de Erika Torres, vecina del centro de Tlaquiltenango, perdió su casa.

Mediante un apoyo de sedesol que le otorgaron a su padre, quien es era el dueño de la casa, lograron construir una nueva, aunque aún está sin terminar.

Se dijo agradecida con brigadas y todas las personas que se acercaron a apoyarlos.

Lamenta la pérdida de su vivienda debido a que era una de las pocas casas coloniales y que guardaba un poco de historia de esta población.