Para Ricardo Valiño, el juego contra Dorados de Sinaloa se definió por la efectividad a la ofensiva. Al caer 2 peldaños en la tabla y salir de zona de clasificación, a los “Cañeros” le quedan 4 auténticas finales y el estratega lo reconoce. La solución: corregir recorridos ofensivos y ser certeros en la definición.

Al hablar de la derrota, describe el encuentro como equilibrado, de ida y vuelta, con oportunidades de gol para ambos equipos. Lamenta que un juego agradable por la disposición de ambos equipos, sea opacado por el tema arbitral. Las decisiones empañaron el espectáculo, añade.

Aunque no justifica la actuación de su equipo, “pues los árbitros son humanos, tienen errores, y afectan a los planteles por igual”, habla con honestidad al referir que a 4 jornadas para que concluya el torneo, esas decisiones son determinantes, pues influyen en el resultado.

“Me parece que la decisión manchó el espectáculo. Si se tratara de un fuera de lugar cerrado, lo entendería, pero la jugada fue más que clara; fue un pase del defensor a José Cortez, quien aprovechó la oportunidad y anotó. Sigo sin entender la supuesta posición adelantada”.

En cuanto al encuentro, el estratega consideró que su equipo hizo un buen partido, al presionar la salida de Dorados y generar situaciones de gol. La diferencia radicó en la efectividad al ataque.

Ubicados en la décima posición con 13 unidades y en triple empate con Cafetaleros de Tapachula y Celaya, el estratega lo tiene claro: aún tienen muchas posibilidades de clasificarse a la liguilla, para lo cual deberán ser perfectos en los partidos restantes; mantener la intensidad los 90 minutos.

“En cada acierto del rival, hay un error propio. Tenemos que mejorar en ese sentido. Corregir recorridos defensivos y ser efectivos en la definición”.

El domingo, los “Cañeros” recibirán en casa a Potros UAEM.