El año 2018 fue el más violento de las últimas décadas, y el 2019 no se ve muy halagador, por lo que la población debe participar como “constructora de paz”, declaró el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro durante su visita este primero de enero a Jojutla, donde ofició una misa.

Lamentó que los hechos violentos han empeorado, de modo que 2018 fue el año más violento en las últimas décadas en México, con 30,500 muertos, entre ellos, mujeres y niños.

Dijo que el gobierno debe hacer lo que corresponde y los ciudadanos, ser constructores de paz en la familia.