Conacyt-¿Cómo se escuchaba mi barrio cuando tenía ocho años? Esta pregunta, difícil de responder con precisión para las generaciones mayores, estará resuelta para las nuevas generaciones por medio de herramientas digitales como los mapas sonoros.

Para comprender qué es un mapa sonoro, primero es necesario definir el paisaje sonoro. El artista Edu Comelles Allué señala que el paisaje sonoro se entiende como “aquellas prácticas dentro del campo del arte sonoro que exploran y analizan grabaciones de sonidos ambientales en diversas localizaciones”, una disciplina ligada a la voluntad de recoger los sonidos que nos rodean.

En su artículo Mapas sonoros, netlabels y culturas emergentes. Una aproximación sobre la fonografía y el paisaje sonoro en la Era Digital, publicado en 2012 en la revista Arte y Políticas de Identidad, Edu Comelles Allué advierte que los mapas sonoros establecen relaciones directas entre sonido y lugar.

“Con la eclosión de las tecnologías de geolocalización y nuevas aplicaciones de sonido, el sonido puede convertirse pronto en un rasgo naturalizado de la cartografía”, menciona, y apunta que el mapa sonoro se convierte en una forma de archivar bancos de sonidos o paisajes sonoros, un sistema que sirve como repositorio y como interfaz de consulta.

Interesados en crear una herramienta dotada de estos atributos, investigadores de la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) crearon Sonvi, una plataforma digital diseñada para la creación de cartografías visuales.

Los sonidos y sus categorías

En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el doctor Álvaro G. Díaz Rodríguez, profesor investigador de la Facultad de Artes de la UABC, expuso que Sonvi, acrónimo de sonoro-visual, es un proyecto del cuerpo académico de Arte, Tecnología y Sociedad Contemporánea.

En su primera fase, el proyecto contempló el desarrollo de una aplicación (app) para el sistema operativo Android, que permitirá a los usuarios capturar sonidos e imágenes georreferenciados por medio de Google Maps.

“La aplicación lo que hace es que abre un mapa de Google y localiza tu ubicación. Puedes grabar hasta cinco minutos del audio en donde estés y después tomar una foto”, explica Álvaro Díaz.

Una vez capturado el sonido, la aplicación lo clasifica de acuerdo con las categorías de Raymond Murray Schafer, compositor canadiense que en 1970 acuñó el concepto de paisaje sonoro para referirse a la grabación de sonidos ambientales.

Sin embargo, y dado que las categorías de Murray Schafer están ligadas al entorno de la década de 1970, los investigadores de la UABC añadieron nuevas categorías: todo y nada, vegetación, media noche, aire, agua, aves, sonidos humanos, entre otras.

Consulta histórica

La aplicación de Sonvi todavía no está disponible para el público porque se siguen afinando detalles, pero una vez que esté lista será de acceso libre en todo el mundo.

Mediante el uso masivo de la app, los creadores de Sonvi buscan generar una base de datos en la que los usuarios no solamente puedan contribuir con capturas de sonidos e imágenes georreferenciadas, sino que podrán consultar un archivo internacional.

“Cualquier usuario que tenga la aplicación, graba su momento. ¿De qué partimos? La idea es muy básica: ¿cómo sonaba tu calle cuando tenías seis años, ocho años? Es muy fácil reconocerla visualmente porque te puedes ir a cualquier periódico e identificar visualmente cómo era tu calle, tu ciudad, en cualquier año, pero es muy difícil ubicar cómo sonaba tu colonia”, advierte Álvaro Díaz.

Reconoce que hay esfuerzos importantes para documentar por medio del sonido; no obstante, la innovación de Sonvi radica en ligar los sonidos al sistema de georreferenciación y generar un archivo histórico en el que los usuarios consulten cómo se escuchaba un punto geográfico en una fecha y hora específicas.

“Entrar a la aplicación y ver cómo sonaba hace un mes a las cinco de la tarde frente a mi casa y compararlo a través de los años es una de las ideas principales de las que partimos, cómo sonaba tu entorno en el pasado a partir de esta aplicación”.

Arte y programación

Aunque los creadores de Sonvi priorizaron que la aplicación sea sencilla de operar para los usuarios, su desarrollo ha sido tan complejo como el de cualquier otra aplicación.

Miguel Ángel Coronado Silva, administrador de sistemas y estudiante de licenciatura en música en la Facultad de Artes de la UABC, está a cargo del desarrollo de la app.

“El primer reto fue que nunca había hecho una app de Android, pero todo ese mundo computacional tiene mucha documentación, entonces casi todo lo que uno quiere hacer ya está documentado y hay mucha ayuda en Internet”, comentó.

Sonvi fue desarrollada en Android Studio, un entorno para aplicaciones del sistema operativo Android; sin embargo, Miguel Ángel Coronado aclara que aun cuando se recurre a estas plataformas comerciales, no hay una forma generalizada de hacer software.

A nivel comercial ya hay disponibles algunas aplicaciones similares, pero los creadores de Sonvi buscan mejorarlas y se prevé su lanzamiento en los próximos meses, una vez que se hagan los últimos ajustes para permitir la apertura de cuentas a tantos usuarios como lo deseen en todo el mundo.

Una plataforma para Sonvi

Mientras que la primera etapa del proyecto consistió en el desarrollo de la aplicación, la segunda etapa contempla la generación de una plataforma en línea que permitirá a los usuarios realizar búsquedas de sonidos específicos, de acuerdo con las categorías establecidas por los investigadores de la Facultad de Artes de la UABC.

Álvaro Díaz mencionó que hasta ahora cuentan con alrededor de 100 capturas que se han realizado para experimentar con la aplicación desde distintas partes del mundo: Italia, Estados Unidos, Bélgica, Inglaterra y, por supuesto, México.

“La siguiente etapa es la parte de la plataforma donde tú ya puedes consultar todas estas capturas y poner, por ejemplo, ‘sonidos de manifestaciones políticas’, te van a aparecer, si es que hay alguna, este tipo de capturas”, adelantó.

La plataforma también dará la alternativa de trazar rutas, en las que los usuarios podrán conocer las imágenes y sonidos que se encontrarán si recorren un determinado trayecto.

“Eso mismo se puede traslapar en otras entidades demográficas o en otros tiempos similares, para que puedas comprobar cómo sonaba esa ruta hace 10 años, o bien cómo suena una ruta de esas mismas características en Italia o Estados Unidos, esa es la parte que estamos desarrollando ahorita”.

Herramienta para estudios

Para Álvaro Díaz, Sonvi no solo será una aplicación para ligar a los usuarios con su pasado a partir de sonidos, sino también una herramienta para indagar las densidades sonoras en un entorno específico.

Identificar en una zona geográfica, por ejemplo, qué porcentaje tiene de sonidos naturales y cuántos industriales.

“Esto también sirve para estudios de tipo urbanístico, para ubicar las densidades sonoras que existen, para estudios sociológicos y determinar, de acuerdo con las categorías, qué sonidos predominan más”.

Sonvi inició como proyecto hace un año y medio y se encuentra en proceso de registro de derechos de autor por parte de sus creadores, quienes lo pondrán a disposición de los cibernautas de forma libre.

Por Staff CSM