La planta de valorización de residuos sólidos ubicada sobre la carretera San Rafael-Tlaltizapán, lejos de reducir el problema de la basura, se ha convertido en una amenaza al medio ambiente, al extenderse a predios vecinos el volumen de basura que debe procesar.

Al respecto, el oficial mayor del ayuntamiento de Tlaltizapán, Claudio Olavarre, destacó que el saneamiento y tratamiento de los desechos, le corresponde al gobierno del estado.

Reconoció que hay quejas de los pobladores por el problema de contaminación que representa y el municipio no ha dejado de llevar sus desechos, pero la responsabilidad de darle un tratamiento adecuado, es del gobierno estatal. Incluso, aseguró que hace dos semanas, estuvo a punto de incendiarse el tiradero, por lo que él tuvo que intervenir.

Opinó que quienes lo operan sólo están reciclando el material comercial y dejan todo lo demás.

Comentó en esta semana, las autoridades de Tlaltizapán, podrían reunirse con las estatales, para poder dar alguna propuesta de solución.