El pasado 19 de septiembre, a la 1: 14 de la tarde, Erick Antonio Amaro, de 12 años, caminaba por la calle para dirigirse a la Secundaria donde estudiaba en Jojutla.
El sismo que se registró en esos momentos, -y que destruyó varias construcciones del centro de Jojutla y dejó daños a casas, comercios, escuelas e iglesias de la región- provocó que una teja se incrustará en el cráneo del pequeño.
De ser un niño hiperactivo, que gustaba del atletismo, Erick tuvo que controlarse un poco ya que, aunque pasó por dos cirujías, los doctores le informaron a su familia que aún sería necesaria una tercera operación para incrustarle una placa de titanio en el cráneo.
Venciendo todos los pronósticos -que podría perder la vista, dejar de hablar, perder movilidad, convulsionar- , Erick ha ido recuperándose satisfactoriamente.
Después de varias semanas de dar a conocer su situación para conseguir el apoyo, el pasado 9 de mayo, Erick fue operado por Médicos, del Hospital General Naval de Alta Especialidad de la Secretaría de Marina, quienes le colocaron con éxito la placa de titanio.