Paloma Carreño Acuña (Conacyt).- En la celebración del Día del Inventor que se realizó en las instalaciones de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), se entregó el único certificado de patente del año 2017-2018 a José Luis Alcántar Mascote, que construyó de forma independiente una máquina para hacer eficiente la industria del pan.
Su invención es el desarrollo de la máquina limpiacharolas que agiliza el proceso de limpieza de charolas de la industria panadera, al mismo tiempo que disminuye los costos.
La industria de la elaboración del pan es una de las más importantes del sector alimentario en el país, estando solo después de la de tortilla de maíz y molienda de nixtamal, según datos de la Secretaría de Economía, que evalúa el número de establecimientos y empleos generados.
José Luis es panadero, abastece panaderías locales y se enfrentaba al problema de la limpieza de las charolas tipo estándar. Antes tenía que lavarlas en lugar de solo limpiarlas, esto desprendía el recubrimiento afectando la calidad y sabor del pan.
Es por eso que diseñó esta máquina totalmente nueva en el mercado, que funciona mediante un pedal y rodillos que hace que limpien con un motor eléctrico el pan que se pega en las charolas de forma rápida y económica.
Esta máquina puede limpiar alrededor de 60 a 65 charolas por minuto, dependiendo la rapidez con que se ingresen. El impacto del desarrollo científico de este michoacano permea en este sector primario de la economía del país.
Alejandro Salas, presidente del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) zona Bajío, señala que promover el esquema de la innovación es una forma de generar crecimiento económico, ya que la propiedad industrial representa 17 por ciento del PIB y genera 20 por ciento de los empleos.
En 1880, había 78 panaderías y pastelerías en la Ciudad de México, actualmente tan solo la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa) se conforma por 35 mil industrias. Pero no son las únicas, es de conocimiento general que no falta una panadería en cada esquina.
El proceso de diseño de esta máquina duró aproximadamente tres años, señala el inventor, desde idear, hacer pruebas, hasta modificar los materiales para generar mejores resultados. Este michoacano generó una innovación única reconocida por el IMPI.