Durante esta administración, implementamos una estrategia alimentaria sostenible, un proyecto que inició en Morelos y se ha convertido en modelo nacional, refirió la presidenta del Sistema DIF Estatal, Elena Cepeda, durante la inauguración del invernadero que se instaló en la Secundaria Técnica número uno, Lázaro Cárdenas del Río.

Ante maestras y alumnas del internado Palmira, que alberga a más de 270 estudiantes; detalló que se han generado acciones para el reconocimiento de todos los derechos, uno de ellos el de la alimentación, principalmente de la niñez y adolescencia para que tengan acceso a una adecuada nutrición, logrando un modelo que se ha replicado otros estados.

Explicó, que al inicio del gobierno de Graco Ramírez, se instalaron huertos escolares y comunitarios, logrando a la fecha 71 espacios de agricultura a cielo abierto y protegida que fortalecen a las cocinas escolares asegurando una mejor alimentación para la niñez y adolescencia morelense.

Añadió que la medida se fortaleció con la apertura de ocho invernaderos regionales que producen, 96 toneladas de verduras orgánicas por año, para enriquecer la alimentación de casi 20 mil estudiantes en todo el estado, con hortalizas como pepino, cebolla y jitomate.

Así mismo, Ricardo Ángel Pérez, director general de Alimentación y Desarrollo Comunitario del Sistema DIF Nacional, reiteró el reconocimiento al esfuerzo del organismo estatal, “desde el DIF Nacional reconocemos los apoyos que está dando el DIF Morelos, con esta estrategia, sin duda es una acción que fomenta un ambiente saludable, que garantiza la seguridad alimentaria tan importante en estos tiempos”, afirmó.

En el evento, la presidenta del DIF Morelos firmó también un convenio con la secretaria de Educación en Morelos, Beatriz Ramírez y la directora del plantel, María Isabel Martínez, para brindar capacitación y acompañamiento en el cuidado del invernadero; a la inauguración también asistió el secretario de Desarrollo Agropecuario, Roberto Ruíz Silva.

La instalación del nuevo invernadero fue trasladada de Jiutepec a Cuernavaca, será, además de un espacio de producción, un modelo didáctico para las alumnas del internado Palmira y una fuente de suministro para la cocina de este centro educativo.