“La muerte es mi fiel compañera, dicen que soy un asesino pero nunca he envenenado a la luna que danza conmigo, tampoco al sol que me da su cobijo, pero es cierto, devoro y me devoran y si no se respeta a la naturaleza mi ponzoña puede ser su castigo”.
Esta es la entrada de la producción audiovisual Ponzoña, la cual muestra el trabajo científico y tecnológico que ha derivado en uno de los antivenenos de alacrán más poderosos a nivel mundial, el cual fue desarrollado en Morelos; conformado por tres piezas audiovisuales, de aproximadamente ocho minutos cada una, y que en su conjunto narran de una manera creativa y casi hasta poética el hábitat de este arácnido.
En entrevista luego de su participación en un evento de divulgación científica que se realizó en Guadalajara, Alejandro Alonso, productor audiovisual y codirector de Ponzoña, detalló cómo realizó esta obra.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Por qué elegiste este tema?
Alejandro Alonso (AA): Estábamos, mi aliado Rodolfo Juárez y yo, esperando en la Cámara de Diputados a que diera la hora para nuestra reunión con unos legisladores para solicitarles su apoyo para un proyecto. Estábamos viendo un programa de Discovery Channel en el que presentaban listas de los animales más ruidosos, grandes o venenosos y los presentaban como los malos, como depredadores, pero no mostraban todo el contexto y ahí fue cuando dijimos hay que hacer algo de los alacranes.
AIC: ¿Cuánto tiempo te tomó desarrollar Ponzoña?
AA: Un año dos meses desde que elegimos el tema, vimos el enfoque que le íbamos a dar, elegir lo que queríamos narrar, buscar la información necesaria, hacer entrevistas, grabar y editar.
AIC: ¿Cuántos científicos consultaste?
AA: Fueron varios del Instituto de Biotecnología, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), entre ellos los doctores Alejandro Alagón Cano y Lourival Domingos Possani.
Primero me reuní con ellos y les enseñé la producción Esfera de vida, que es la que antecede a esto, para que vieran lo que queríamos hacer, porque no es un documental en términos clásicos, no queríamos poner a un científico hablando en un laboratorio.
AIC: ¿Por qué querías hacer algo disruptivo?
AA: En mi opinión esa fórmula ya está rebasada, queríamos darle un giro porque las tecnología te obligan a innovar, a hacer producciones más cortas, por ejemplo este video de siete minutos todavía podría entrar en las redes sociales.
AIC: ¿En dónde tienen pensado transmitirlo?
AA: En donde lo quieran pasar, estamos en pláticas con la gente de Netflix porque esta empresa quiere esta y otras de mis producciones, lo cual está padrísimo porque demuestra que a la gente le interesa la ciencia y que la comunicación de la misma puede ser rentable.
AIC: Dices que a la gente le gusta la ciencia y entonces ¿por qué no consume tanto contenido de ciencia?
AA: Sí consume, yo creo que esa postura ya se convirtió en una leyenda, bueno también es cierto que no hay mucho si se compara con otro tipo de contenido. Además la gente quiere ver otras cosas, no el típico científico con su bata hablando de ciencia.
AIC: ¿Cuáles son las claves para hacer una producción exitosa?
AA: No hay fórmulas, yo creo que lo importante es que tú estés convencido de aquello que quieres hacer, si tú no crees en tu proyecto nadie va a creer en él.
Asimismo creo que si vas a hablar de algo, te debes empapar del tema. Nosotros que trabajamos con alacranes, fuimos al campo a buscarlos, los tuvimos en la mano, queríamos sentirlos para entonces conocerlos mejor y poder retratarlos mejor.
AIC: ¿Te hubieras dejado picar?
AA: Quizá si hubiera sido necesario, sí lo hubiera hecho pero con el antídoto al lado, porque un alacrán te puede llevar a la muerte.