A pocas horas de terminar el 2017, el Papa Francisco pidió a la sala de prensa del Vaticano que distribuya su firma sobre una desgarradora foto que muestra a un niño que espera que sea cremado su hermano muerto por la bomba atómica de Nagasaki.
La oficina publicó un breve comunicado en el cual explicó que el Papa quiso que se imprimiese la imagen y que se la divulgase con apenas cuatro palabras al reverso “el fruto de la guerra”, justo sobre su autógrafo “Franciscus”.
“Un niño que espera su turno en el crematorio para su hermano muerto en su espalda”, se puede leer más abajo, en español.
Es la imagen “que tomó el fotógrafo estadunidense Joseph Roger O’Donnell después del bombardeo atómico en Nagasaki. La tristeza del niño sólo se expresa en sus labios mordidos y rezumados de sangre”, agregó.
Este mismo día, el líder católico escribió un mensaje de llamado a la armonía en sus nueve perfiles lingüísticos oficiales en la red social Twitter: “En estos días promovamos actitudes y gestos que favorezcan la paz”.
El próximo 1 de enero, el pontífice celebrará la misa en la Basílica de San Pedro, durante la cual no sólo recibirá el Año Nuevo sino también conmemorará la edición número 51 de la Jornada Mundial de la Paz.