Especialistas del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), unidad Mazatlán, analizan la presencia de bacterias en camarón blanco (Litopenaeus vannamei) de cultivo y su relación con la dieta que se le suministra.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el doctor Bruno Gómez Gil, investigador del CIAD en Mazatlán, precisó que los estudios con camarón blanco forman parte de las investigaciones que desde hace cuatro años realizan para analizar la microbiota y el microbioma de diferentes organismos, incluso humanos.
“Hemos trabajado con muchas especies acuáticas y no acuáticas, camarón ha sido el principal, algunos peces, un pargo que se cultiva en Mazatlán, pero también hemos empezado a incursionar con microbiota humana, tanto intestinal como vaginal”, comentó.
Puntualizó que el análisis de la microbiota, permite conocer cuáles son las bacterias que están en el intestino del organismo, mientras que el microbioma indica qué están haciendo o qué pueden hacer las bacterias.
“Con el microbioma analizamos todo el ADN que existe en una muestra, obviamente están todos los genes y a esos genes podemos asignarles una función, ver a toda esa comunidad, qué es lo que puede hacer”, abundó Gómez Gil.
Destacó que el proyecto para estudiar el camarón blanco, es financiado con recursos del Fondo Sectorial de Investigación para la Educación SEP-Conacyt.
Alimentación y bacterias
El investigador del CIAD señaló que como resultado de las investigaciones, han documentado una influencia directa de la dieta en lo que respecta a la presencia de bacterias en camarón blanco, algo que ya ha sido estudiado y comprobado en humanos.
“Lo que hay que medir es este cambio, si es para bien o para mal, en organismos acuáticos se da el cambio pero no sabemos si fue para bien o para mal”, apuntó.
Mencionó que los camarones de cultivo son alimentados principalmente con harina de pescado, pero también se nutren de pequeños microorganismos o microbiota que se encuentra en los estanques.
Gómez Gil advirtió que al encontrarse los organismos de cultivo en sitios de altas densidades, entran en un estado de estrés que debilita su sistema inmune y los hace vulnerables a las infecciones bacterianas.
“Uno de los principales parámetros que queremos ver es cómo cambia la diversidad, si una alta diversidad de bacterias, muchas especies de bacterias, se reduce por el efecto de la dieta; hemos encontrado que se reduce la diversidad de las bacterias en organismos de cultivo, comparado con organismos que se encuentran en el ambiente natural”, comentó.
Mejores dietas
Para realizar los análisis en camarón blanco, los investigadores del CIAD toman muestras de heces o tejido interno de los organismos, de donde se extrae el ADN, se procesa y se introduce a un equipo de secuenciación masiva en el Laboratorio de Génómica Microbiana, perteneciente al Laboratorio Nacional de Nutrigenómica y Microbiómica Digestiva Animal; las secuencias de ADN resultantes, se analizan posteriormente con herramientas bioinformáticas.
El doctor Bruno Gómez indicó que aunque el estudio es a nivel de ciencia básica, se obtiene información de utilidad para acuacultores.
“Lo que se pretende es que el acuacultor sepa que al darle cierto tipo de dieta al organismo, hay un cambio en la microbiota, que no es simplemente medir si creció más o menos el camarón con una dieta, sino que también hay cambios en la microbiota que pueden tener una repercusión en la salud del organismo. Es empezar a sentar las bases para después hacer dietas, quizá mejor diseñadas, que beneficien al camarón, a su microbiota”, finalizó.
El investigador del CIAD, unidad Mazatlán, estuvo recientemente en Ensenada para impartir una conferencia magistral en el XIV Simposio Internacional en Nutrición Acuícola, evento organizado por la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).