Mauricio Ossola, argentino, tenía 23 años cuando decidió contraer nupcias con su tía abuela, Yolanda Torres, de 91 años. El joven y la anciana decidieron dar este paso porque, según lo asegura él, ambos se tenían un profundo amor y, además, ella siempre les dio a él y a sus hermanos “un trato maternal”.
Mauricio y Yolanda se casaron el 26 de febrero de 2015 en el Registro Civil de la provincia de Salta, en Argentina. Pero no había pasado más de un año cuando la mujer falleció, y el muchacho, entonces estudiante de la carrera de Derecho, enviudó.
La idea de este matrimonio entre parientes cercanos surgió cuando Mauricio Ossola quiso abandonar sus estudios universitarios, ante lo cual Yolanda Torres le exigió que los terminara. Ella dijo que lo iba a ayudar a terminar su carrera como abogado porque él siempre la acompañó al médico, y fue en ese momento cuando él le preguntó qué le parecía si se casaban, a lo que ella aceptó.
Ahora Mauricio libra una batalla en contra de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES), dependencia argentina que no sólo le ha negado la pensión que recibía su esposa, sino que además se propone deslegitimar su unión con Torres, al alegar que el matrimonio tuvo claros intereses económicos y no de procreación.