Hugo Morales Rojas, profesor investigador del Centro de Investigaciones Químicas (CIQ) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), analiza las moléculas que se forman en cristales ordenados, para cambiar sus propiedades, proceso que puede utilizarse para mejorar el desempeño de medicamentos sólidos.

Entrevistado en Radio UAEM este 22 de noviembre, Hugo Morales explicó que en los últimos años, las personas que hacen ciencia se han dedicado a entender de manera un poco más detallada, cómo es que las moléculas se forman en cristales con el objetivo de modificar algunas de sus propiedades con potencial utilidad en la medicina.

“En el CIQ participamos en un área que se conoce como Química Supramolecular en la que estudiamos los cristales, que son formas con un arreglo ordenado, comunes en el mundo físico y conviven con nosotros, se pueden identificar rápidamente, como el azúcar que tomaron hoy en el café y la sal que emplearon para cocinar, es decir, como compuesto tienen una forma única”, señaló.

Morales Rojas explicó que la gran mayoría de los medicamentos tienen formas sólidas de dosificación y la industria farmacéutica tiene un gran interés por investigar las barreras o limitaciones que estos compuestos presentan, para diseñar una nueva forma con ingeniería de cristales y en un futuro, aspirar a cambiar sus propiedades con el objetivo de mejorar los medicamentos.

El investigador destacó que el CIQ tiene una estrecha colaboración con la Facultad de Farmacia de la UAEM y la industria farmacéutica mexicana, para desarrollar nuevas formas sólidas de ingredientes farmacéuticos activos, con el fin de mejorar sus propiedades y tengan un impacto benéfico en la salud de las personas, ya que casi todos consumimos medicamentos.

Sin embargo, antes de llegar a una solución hay que resolver dos problemas, dijo Hugo Morales, “el primero es la inestabilidad en el compuesto sólido, porque generalmente se piensa que sus propiedades son únicas, pero durante los procesos de manufactura del medicamento estos sólidos entran en contacto con agua y pueden sufrir un cambio, por lo tanto, hay que resolver cómo estabilizar la forma sólida. Y un segundo problema, es que muchos de estos fármacos tienen una muy baja solubilidad y el efecto terapéutico disminuye”.

Además, el investigador refirió que las investigaciones buscan, en este último caso, que los compuestos sean más solubles, porque es un hecho que son muchas las enfermedades que se tratan con medicamentos en forma sólida, desde un simple dolor de cabeza, hasta las crónicas o degenerativas.

Finalmente, aseguró que dentro de la llamada Química Sostenible, los cristales se pueden manipular para ayudar a crear procesos que sean ambientalmente más amigables, “porque uno de los graves defectos que tenemos como industria química, es el uso de grandes cantidades de disolventes nocivos para el ambiente y que también consumen una gran cantidad de energía”.

Cabe destacar que Hugo Morales trabaja en las líneas de investigación de Química Supramolecular e Ingeniería de Cristales y desde 2003 está adscrito al CIQ. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) con Nivel II y es coinventor en cuatro familias de patentes otorgadas en los Estados Unidos, España, Rusia, Canadá, Brasil y México.