Un tiradero de cadáveres de animales de granja al aire libre, ocasiona olores fétidos y posibles riesgos a la salud en el poblado de Quilamula, municipio de Tlaquiltenango.

El jefe de del departamento de salud del ayuntamiento, Geovanni Marín Cervantes, se reservó a hacer cualquier tipo de declaración sobre el tema.

Por su parte, el ayudante municipal, Habacuc García Sánchez, explicó que hace años, la población acordó establecer en ese lugar una especie de cementerio de ganado; se hizo una fosa y comenzaron a usarla.

Sin embargo, con el paso de los años se fue llenando y actualmente está saturada. Ahora, simplemente tiran las reses o cualquier animal muerto, en el mismo lugar,  a un lado de la carretera que lleva al pueblo, pero queda expuesto y se descompone al aire libre.

“Ya los están dejando en la carretera, donde se les da la gana. Hay una corrupción bien horrible, está bien feo de ese lado, y los animales no dejan de estar muriendo, eso no merma”.

Reconoció que esa corrupción da mala imagen al pueblo, no obstante, no le han dado parte a las autoridades municipales. “No lo hemos reportado, porque no tenemos otra área en dónde tirar a los animales. Si decimos que no queremos que arrojen a los animales ahí, necesitamos un lugar para ello, necesitamos encontrar un área”.