Ciudad de México. Una de las enfermedades que más atención ha exigido en las últimas décadas, es sin duda la hipertensión arterial. El padecimiento cobra aún más relevancia debido a que las últimas cifras emitidas por la Secretaría de Salud, las cuales indican que en México más de 30 millones de personas padecen hipertensión arterial, es decir, una de cada cuatro personas. Además, el 46% de ellos lo desconoce[2], por lo que no reciben un diagnóstico médico ni un tratamiento que les permita mantener el control de su presión arterial.

El padecimiento se caracteriza por el aumento de presión que genera el corazón humano para bombear sangre a las arterías y distribuirla por el organismo. La hipertensión puede ser peligrosa y llevar a enfermedades graves como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y enfermedad renal. La mayoría de los mexicanos con hipertensión no saben que la tienen porque la enfermedad a menudo no presenta síntomas visibles.

Uno de los principales desafíos en el manejo de la hipertensión en México es la falta de conciencia sobre la enfermedad. Muchas personas con el padecimiento no son diagnosticadas, y de aquellos que reciben un diagnóstico, muchos no siguen un tratamiento adecuado. Asimismo, los factores de riesgo para la hipertensión, como la obesidad, la dieta poco saludable y la falta de ejercicio, son comunes en México, lo que aumenta aún más la carga de esta enfermedad en la población.