El Programa Nacional de Reconstrucción de Viviendas y Monumentos Históricos, afectados por el sismo del 2017, registra un avance del 75 por ciento en México pero en Morelos, la reconstrucción de los ex conventos tiene un serio retraso debido a los trámites administrativos, informó el profesor investigador de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Miguel Ángel Cuevas Olascoaga.
Dijo que como parte del comité de Sitios y Monumentos en la Secretaría de Cultura de Morelos, ha seguido de cerca los trabajos que realiza el gobierno federal en la reconstrucción de las viviendas afectadas por el sismo, pero también del daño causado en los edificios y monumentos históricos registrados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
“En el plan nacional de reconstrucción se reporta un 75 por ciento de avance, lo que implica una gran cantidad de recursos económicos destinados a la restauración de inmuebles y que mucha gente pensó que ya iban a ser demolidos. En el carácter de restauradores sabemos que cualquier edificio que tenga daño, aunque sea mínimo o de gran magnitud, siempre existe la posibilidad de reconstruir inmuebles”, dijo.
Cuevas Olascoaga aseguró que la reconstrucción es posible en muchos de los edificios que, incluso, ya se entregaron, como el edificio de la presidencia municipal de Tlayacapan. “Pero hacen falta muchos más, no solo de inmuebles históricos de carácter civil y militar, sino también en vivienda típica tradicional en los municipios de los altos de Morelos como Hueyapan, Tetela del Volcán, Totolapan y Tlayacapan”, explicó.
Miguel Ángel Cuevas dijo que la revisión se hace de manera permanente y en la más reciente, se detectó que en 2022 las acciones han sido muy puntuales, “pero han sido lentas sobre todo en los trámites administrativos que frenan los trabajos operativos de los restauradores que laboran en los inmuebles históricos del estado”, dijo.
El investigador señaló que los 11 ex conventos dañados en diferentes magnitudes por el sismo del 2017 y que se encuentran a resguardo del INAH, permanecen cerrados al público porque las labores de restauración en los mismos, han sido más lentas, a pesar de que se han destinado los recursos necesarios por parte del gobierno federal, por lo que espera que este año haya mayor avance hasta ser concluidos para ponerlos en funcionamiento.
Cuevas Olascoaga recordó que el INAH registró 839 inmuebles dañados y actualmente, son unos 120 los que tienen restauraciones pendientes.