Joven mujer que se encontraba en la tienda Palacio de Hierro de Perisur en la Ciudad de México se percató de que guardias de seguridad de la tienda escoltaban hacia la salida a una mujer con sus tres hijos.
La joven escuchó que los guardias le decían a la mujer que tenía que salir de la tienda por quejas de otros visitantes de la tienda. Entonces la joven encendió su celular y empezó a encarar a los guardias sobre por qué hacían ese hecho de discriminación.
Uno de los niños dijo “no somos de otro país como para que nos corran”.
Su determinación al defender a la mujer hizo que saliera el jefe de seguridad de la tienda quien le pidió una disculpa y le dijo que la familia podía estar adentro sin ningún problema y nadie le diría nada.
La joven le dijo a la mujer que había sido discriminada que ella podía estar donde quisiera, que podía entrar a la tienda y que no podían sacarla porque eso era discriminación y existían los derechos humanos.
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