Reinstalado en el cargo apenas el pasado 11 de julio 2022, el presidente del municipio indígena de Xoxocotla, Abraham Salazar Ángel, dijo que en ningún momento, de estos ya siete meses de gobierno, ha habido entrega-recepción; no reconocerá ninguna deuda que él no haya firmado y todos los trabajadores que estuvieron en su contra, serán dados de baja.

Admitió que puede haber adeudos por el manejo administrativo de la presidencia, como por ejemplo, la renta del inmueble utilizado como presidencia (en el que él no despachó), pero anticipó que cada quién deberá “asumir su responsabilidad”.

De la entrega-recepción, dijo que no existe desde la anterior administración, encabezada por Leonel Zeferino. “Es un caos”.

En cuanto a los salarios de los trabajadores en ese periodo de inestabilidad, dijo que tampoco se han revisado, sin embargo, anticipó que no reconocerá a ningún trabajador que él no haya contratado.

“En una contienda hay un ganador y un perdedor y el que pierde, lo pierde todo. Yo debo de estar rodeado de gente que me garantice su confianza. No puedo tener a mi lado a gente que toda la vida me gritó en la cara de traidor, de asesino, de narcotraficante, de lo peor”.

Además, aseguró que quienes trabajaron en el breve periodo de Raúl Leal (regidor

en funciones de presidente antes de él) no tienen derecho a reclamar pago alguno porque sencillamente “no hicieron nada”.  “Podrían demandar, pero no existen contratos, ni formato ni nómina, ni nada que lo sustente. Se dedicaron a denostar, a hacer campaña negativa en contra de mi persona”.

Reconoció que cuenta con 200 trabajadores, 50 más de lo que le recomendó el gobierno del estado por temas de presupuesto, por lo que prometió recortes y ajustes.