Agencia Informativa Conacyt comunico que  por sus trabajos en la mejora del rendimiento de la nueva generación de motores para aviones, la organización internacional Zonta International distinguió con el reconocimiento Amelia Earhart Fellowship a la ingeniera mexicana Dafne Gaviria Arcila.

Actualmente Gaviria Arcila realiza, con apoyo de una beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), un doctorado en el Centro de Turbinas de Gas y Sistemas de Transmisión de la Universidad de Nottingham, en Reino Unido.

Como parte de su posgrado, la joven ingeniera mexicana busca entender el comportamiento del aceite dentro de las cámaras de rodamiento de las turbinas de avión.

En entrevista, la especialista indicó que “el aceite permite lubricar y enfriar, por eso es necesario entender el comportamiento del aceite dentro de esta para poder proponer mejoras”.

Destacó que la innovación de su investigación –la cual se realiza a través de simulación por computadora–, consiste en saber si el aceite se evapora o no y si se evapora, saber cómo es el proceso.

“Primero se debe comprender todo el sistema dentro de la cámara de rodamiento y después entender las propiedades del aceite y cómo reacciona el aceite dentro de esta cámara”.

Entender este proceso ayudará a que se puedan dar recomendaciones de cuánto aceite suministrar, para que haya menos pérdidas por fricción y hacer más eficientes las turbinas.

 

Orgullo azul y oro

Gaviria Arcila decidió estudiar ingeniería en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), porque quería aplicar la ciencia para hacer desarrollos tecnológicos e innovadores que mejoraran la calidad de vida de la sociedad.

“Elegí ingeniería mecánica, esto resultó una sorpresa para mis papás, no se esperaban que estudiara esto pero mi mamá me dijo ‘estudia lo que quieras pero estudia’ y desde ahí no he parado”.

Recordó que al principio le costó trabajo la carrera porque “eran matemáticas puras, física y química”, además de que se tuvo que acostumbrar a trabajar solo con hombres.

“En mi salón había dos o tres mujeres, al principio es difícil acostumbrarse pero ya después uno se acostumbra a tener muchos amigos. Además, al principio me excluían por ser mujer, pero después me protegían como si fuera su hermana pequeña”.