Como parte de la implementación del programa estatal Pueblos con Historia y Tradición, iniciativa del gobernador Graco Ramírez para reconocer a los municipios con vocación turística cuyos habitantes han sabido cuidar su patrimonio material e inmaterial, fueron publicadas en el Periódico Oficial Tierra y Libertad las reglas de operación que servirán para adherir localidades y en su caso prescindir de aquellas que no se sujeten a los lineamientos.
Así lo anunció la secretaria de Turismo, Mónica Reyes Fuchs al tiempo de explicar que el programa estatal surge en 2015 a raíz de la participación de Atlatlahucan, Tlaltizapán, Totolapan, Zacualpan de Amilpas y Yecapixtla como candidatos del nombramiento nacional Pueblos Mágicos, municipios que hoy ostentan el título Pueblo con Historia y Tradición.
“El propósito es convertir al turismo en una opción real para el desarrollo y crear las condiciones necesarias para el aprovechamiento del potencial de una forma organizada, integral, y desde luego que esto resulte en una mayor derrama económica para Morelos”.
Dijo que las reglas de operación del programa Pueblos con Historia y Tradición son un instrumento clave, ya que permite impulsar la innovación, diversificación y consolidación de la oferta turística en coparticipación del municipio, los prestadores de servicios y la comunidad bajo la dirección de la Secretaría de Turismo.
“Ser Pueblo con Historia y Tradición es prácticamente la antesala de ser Pueblo Mágico, no es un título cualquiera. Requiere tomar a la industria sin chimeneas como algo sustancial para el municipio desde los planes de desarrollo locales en materia turística, reordenamiento de comercio informal, un catálogo de prestadores de servicios hasta la conformación de cadenas productivas exitosas e incluso la seguridad y paz social”, afirmó.
Reyes Fuchs puntualizó que si bien los 33 municipios tienen un alto potencial turístico y ocho localidades aspirantes a la fecha para el programa, la dependencia que encabeza no se toma a la ligera los nombramientos ya que se requiere de atractivos simbólicos acompañados de una ruta de servicios altamente competitivos.