• La pintora holandesa formó parte del grupo artístico del Salón de la Plástica Mexicana
Autoridades del Gobierno del Estado de Morelos, inauguraron en el Museo Morelense de Arte Contemporáneo (MMAC) la exposición que exhibe la obra de la pintora holandesa, Nancy Van Overveldt, quien inspirada en sus vivencias en México y en especial en el pueblo mágico de Tepoztlán desarrolló varias de sus famosas obras pictóricas.
Al acto acudieron la presidenta del Sistema DIF Morelos, y autoridades de la Embajada de los Países Bajos, así como familiares de la pintora proveniente de Holanda, quienes han conformado la Fundación que lleva su nombre y apoya a jóvenes talentos de ambos países a desarrollar su arte.
Alexander Van Deinse, Consejero Político de la Embajada de los Países Bajos, aseguró que el valor que en México y en especial en Morelos están dando a la artista holandesa ayuda a fortalecer lazos entre ambas naciones, y agradeció que se exhiban sus obras en un recinto tan importante como el MMAC.
En su mensaje, Tiahoga Ruge, curadora de la exposición e hija de la pintora reconoció el interés y apoyo del gobierno morelense para realizar esta exposición que ayudará a que más morelenses y personas de todo México y otros países que visitan el museo conozcan y disfruten la obra de Van Overveldt.
Narró que Nancy Van Overveldt decidió de pequeña que sería pintora y se dedicó a eso toda su vida, la cual compartía con recorridos en bicicleta por los bosques de los Países Bajos y sus largas temporadas de estancia en México.
La pintora llegó a México en 1952 tras realizar estudios del arte en Países Bajos y Francia. En ese mismo año entró en contacto con los grandes maestros mexicanos, llegando a ser asistente en el taller de Mathias Goeritz, y durante los 25 años que vivió en el país, formó parte del Salón de la Plástica Mexicana, conviviendo con otros reconocidos artistas de la época, hasta su regreso a Países Bajos en 1976.
En México cambió su estilo, influida por el paisaje rural y sus personajes, así como por la obra de Rufino Tamayo, Diego Rivera y José Clemente Orozco. De esta etapa destaca un estilo expresionista, cuando dejó de lado el realismo. Aquel primer cambio, a decir de Ruge, quedó impregnado en Los Coyotes, la primera pieza que pintó en México, totalmente inspirada por Orozco y por la presencia de estos animales en sus viajes a Tepoztlán.