Con una breve visita a la escuela primaria “Venustiano Carranza”, en la colonia Zapata de Jojutla, donde era director, este lunes fue despedido el profesor Mario Quezada Torres, asesinado la víspera en Tlaquiltenango.

En una ceremonia con acceso restringido, con aplausos y música de viento, así como demanda de justicia, los  maestros lo despidieron.

Afuera, madres de familia también esperaron verlo salir parle el último adiós.

Antes, se había realizado el funeral en su domicilio, en la colonia Gabriel Tepepa, de donde fue trasladado alrededor de las dos de la tarde al plantel en donde fue director por muchos años.

“No es posible que muriera así, era un profesor, no le hacía daño a nadie”, comentó una madre de familia que sostenía unas flores en las afueras de la escuela, ya que no la dejaron entrar.

 “No es justa su partida, era conocida la calidad de persona que era el director. Sin embargo, son los designios de Dios, hay que acompañarlo en las oraciones y en la exigencia de justicia. Nuestra sociedad no puede seguir viviendo situaciones tan lamentables como las que hemos vivido”, dijo en la ceremonia, el presidente municipal, Juan Ángel Flores Bustamante.

El profesor fue sepultado en el panteón de Tlayehualco, en la cabecera de Tlaquiltenango.