La Lengua de Señas Mexicana (LSM) es una serie de signos gestuales articulados con las manos, acompañados de expresiones faciales, mirada intencional y movimiento corporal, explicó Abraham Bahena Castro, egresado de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) e intérprete de LSM.
El pasado 21 de junio, Abraham Bahena impartió la conferencia La lengua de señas como medio para la socialización y la educación, en la que explicó que la LSM es una herramienta para las personas con discapacidad auditiva y está dotada de función lingüística, rica y compleja en gramática y vocabulario, como cualquier lengua oral.
Al compartir su experiencia de 13 años como intérprete de lengua de señas, Abraham Bahena refirió que cuando en la familia hay un hijo o hija con discapacidad auditiva, los padres pueden aprender lengua de señas para enseñarle el idioma y comunicarse.
“La primera lengua que aprende un niño con discapacidad auditiva será la lengua de señas y posteriormente será una segunda lengua como el español escrito, lo que convierte a la familia en bilingüe, es un enfoque que necesita promoverse en todas las familias que cuenten con un diagnóstico de un hijo con discapacidad auditiva”, dijo Bahena Castro.
Agregó que en la mayoría de casos, ante un diagnóstico de sordera o pérdida auditiva, se silencia en la familia porque se cree que con una discapacidad auditiva ya no se puede comunicar ni entender, “algo que es totalmente falso, porque es fundamental expresar los gestos
faciales y corporales hacia el bebé aunque no escuche”.
Finalmente, Abraham Bahena, destacó la importancia de la lengua de señas como herramienta de socialización, “cuando los niños con discapacidad auditiva tienen que convivir con otras personas que no son del núcleo familiar, el niño debe tener herramientas para la convivencia con otras personas, sin subestimar las capacidades de convivencia y comunicación
de su hijo con las demás personas en su desarrollo”, concluyó.