Cuando la policía lo detuvo le encontró 1.3 gramos de ‘cristal’
Por llevar consigo droga, un habitante del municipio del Tlaquiltenango pasará siete meses en prisión, tras ser detenido el año anterior en esa localidad por Policías de Investigación Criminal (PIC) y elementos de la Policía Morelos.
Por la vía del procedimiento abreviado, la agente del Ministerio Público del Centro de Operaciones Estratégicas (COE) de la Fiscalía Regional Sur Poniente obtuvo dicha sentencia condenatoria contra Enrique “N”, quien además tendrá que pagar multa de 54 Unidades de Medida y Actualización (UMA), equivalente a 4 mil 562 pesos mexicanos.
Enrique, de 51 años de edad, fue asegurado por agentes de la PIC y de la policía preventiva de Tlaquiltenango el 5 de septiembre del 2019, justo después de la detención de su hijo, involucrado en el robo de un vehículo automotor.
Alrededor de las 18:00 horas de esa fecha, las fuerzas policiales recibieron llamado de auxilio en el que se alertaba de una persona del sexo masculino lesionada con arma punzocortante al oponerse al robo de su automóvil marca Dodge, tipo Neon, color rojo, con placas del estado de Guerrero, en la colonia Centro de Tlaquiltenango.
Los policías iniciaron la búsqueda del agresor, siendo en la calle Carlos Pacheco de dicha colonia donde ubicaron el coche y le cerraron el paso, momento en el que el conductor bajó e intentó huir. Una vez neutralizado, al entonces menor de edad se le encontró un cuchillo y cinco dosis de cocaína.
Al lugar llegó Enrique “N”, padre del adolescente, quien con actitud agresiva y amenazante trató de impedir el arresto de su hijo, actualmente de 18 años, razón por la que fue asegurado. En la inspección de rutina, los oficiales le encontraron tres dosis de la droga llamada cristal, con un peso total de 1.3 gramos.
Aceptada por voz propia su responsabilidad, Enrique pasará siete meses en prisión, mientras que su hijo, de iniciales P.E.M.G., recibió, el 10 de febrero de este 2020, sanción de un año cuatro meses de internamiento preventivo por las conductas antisociales de delito contra la salud con fines de venta, portación de arma prohibida, en perjuicio de la sociedad; y lesiones calificadas, en agravio de Roberto “N”, propietario del coche robado.