Es un procedimiento que requiere de trabajo físico extremo, intercalando el uso de la pala, para lograr la consistencia y textura del producto, de girar y girar con mucha fuerza un bote cilíndrico, barricas o barriles artesanales. Se trata de las nieves artesanales, cuya característica principal  es que son hechas a mano.

La familia Bautista Salgado de Ticumán, municipio de Tlaltizapán, llevan 17 años manteniendo viva esta tradición y ante el nacimiento de nuevas técnicas, ellos dirigen su atención a los consumidores con exigencias especiales, para lo cual se dan a la tarea de investigar y de crear más sabores que estén libres de saborizantes artificiales, de colorantes, conservadores y aditivos que aceleran el proceso de congelación.

Así lo cuenta Guadalupe Bautista, hija de quiénes iniciaron esta tradición y que conforme pasan los años van cumpliendo con las exigencias del paladar de sus clientes.  

Este negocio es familiar: Gilberto Bautista Salgado cuenta que inició con sus papás cuando él cursaba la primaria y narra que se instalaron inicialmente en el crucero Yautepec-Ticumán, ó libramiento Las Estacas, solo que en ese entonces había allí de forma continua retenes policiacos, por lo que tuvieron que moverse más adelante, al lugar donde ya llevan 17 años.

En aquel entonces iniciaron solo con las clásicas nieves de vainilla, mamey y limón pero hoy cuentan con quince sabores más.

Gilberto Bautista desde hace cuatro años se hizo cargo del negocio, ya que su padre Ascensión Bautista y su madre Nicomedes Salgado se retiraron, aunque aún hacen la compra de toda la fruta y de los ingredientes.

Narra que iniciaron con dos botes y hoy en día cuentan con once barriles artesanales con distintos sabores; los más pedidos son el Beso de Ángel, queso y mamey.

Explicó que “en el barril artesanal, se llena poco a poco con una cama de hielo y otra de sal gruesa. Una vez que el hielo se concentre hasta arriba y el bote se mantenga a una temperatura bajo cero, se vierte la mezcla (agua, limón y azúcar, por ejemplo), la cual se bate con una pala especial de madera.

La textura de las nieves artesanales es arenosa y el sabor es natural, porque se usan ingredientes que son frescos, como la leche entera y no en polvo, crema, huevos, azúcar, agua y la mejor selección de frutas de temporada, lo que resulta en sabores tradicionales, con ingredientes sanos y naturales.

Gilberto Bautista mencionó que además de ser muy refrescantes y llenos de sabor, la nieve es un alimento equilibrado que aporta proteínas, grasas, azúcares y vitaminas.

La de sabor a piña con pepino es la novedad y fue creada por Guadalupe y don Ascensión y es la que más se vende en tiempo de calor.

La de galleta con cajeta se elabora con galleta maría y galleta emperador de chocolate; la de queso, con queso doble crema; la de “cola de tigre” es vainilla con café; para esta semana santa lanzarán un nuevo sabor, de nopal con piña, pensado para la gente diabética. 

El precio del vaso de nieve es de 15 y 20 pesos, el litro a 40 pesos y para fiestas el litro cuesta 80 pesos pero a partir de los 10 litros hay un descuento. Su número telefónico es el 735 226 0125

Los días de venta son los fines de semana, días festivos y vacaciones de verano, de diciembre y Semana Santa, de 11 de la mañana a 19:00 horas.