Desde los 16 años, Edulio Montes Maldonado, de la colonia Alta Vista del municipio de Jojutla, se dedica al corte de caña. Hoy con 24 años de edad, comenta que con el tiempo ha adquirido destreza y habilidad para manejar el machete, oficio que aprendió bien de su padre ya que no es sencillo cortar de un solo golpe, cuatro cañas a la vez.

 Menciona que al ser trabajo a destajo implica una presión y un desgaste físico impresionante, ya que es un trabajo que se paga por superficie, y que lo que acumula cortando a la semana, eso es lo que va a ganar.

Cada día el cortador de caña puede llegar a cortar hasta una tonelada y media, lo que implica diez o doce horas en el campo. La tonelada de caña cortada se paga en $40 pesos hoy en día.

Alega que se puede hacer desde los 50 a hasta los 70 montones al día y si la caña esta derecha, se le avanza más, cuando esta tirada se hace de 40 a 45.

Pero aclaró que si la caña esta rala (poco espesa) la pagan a 5 pesos y cuando está más o menos, salen en 6 pesos los montones, aunque algunos pueden salir hasta en 7.50 pesos que son los montones más caros.

Edulio comentó que ni en plena navidad hay descansos.

Cabe resaltar, que la caña es un producto muy fundamental en la vida. Al ser procesada se transforma en azúcar, un componente orgánico esencial que llena de energía a muchos seres vivos.

Desde el alba hasta que se oculta el sol, podemos observar a jóvenes y mayores, algunos con gorra, con sombrero, algunos con tenis, otros con huaraches, con su machete y su afilador, con su garrafa de agua en mano y un morral al hombro.

Un trabajo que arrancó en el mes de noviembre y que terminará en el mes de mayo. Manos migrantes temporales que llegan de los estados de Guerrero y Puebla y  trabajadores locales, que son de distintas colonias de los municipios más cercanos que abastecen al ingenio Emiliano Zapata.