Conocido como el Apantle Mayor, que fue una de las últimas obras construidas por los frailes dominicos en el año de 1758 y que su construcción duró dos años, inaugurada el 3 de mayo, día de la Santa Cruz, de 1760. Es en esa fecha cuando, por primera vez, corre el agua por el apantle destinada a las siembras, así lo declaró Azael Abdí

Vázquez Román, investigador independiente del municipio de Tlaquiltenango.

Hace mención que se reunieron los nueve pueblos que estaban sujetos a las Villas de Tlaquiltenango, para realizar su construcción, entre ellas, Jojutla y sus barrios, Tequesquitengo, Puente de Ixtla, Tehuixtla y Tlayehualco.

Los habitantes de estos pueblos se trasladaron a vivir en las inmediaciones del Rollo para asentarse allí y hacer más fácil las labores de construcción del apantle.

El encargado de esta obra fue el Fray Ángelo de San Alberto. Asegura que se hizo una extensión del apantle hacía Jojutla, a finales del siglo XIX, captando el agua proveniente de Las Estacas, considerada bastante limpia, por lo que era consumida por los pobladores.

Recalcó que todavía hasta la fecha, corre agua de esos yacimientos. Sin embargo, el problema actual es que muchas casas descargan sus drenajes en el apantle.